La Provincia de Buenos Aires emplea una estrategia para evitar los maltratos del equipo de salud a las parturientas y sus familias. Deben permitir que la mujer de a luz en la posición que desea y que la acompañe quien ella quiere. El rol de médicos y enfermeros es ponerse a disposición.
El nacimiento de un bebé es uno de los acontecimientos más importantes de una familia. Por eso, la provincia de Buenos Aires ya sumó más de 60 hospitales al sistema de Maternidades Seguras y Centradas en la Familia (MSCF), una modalidad de atención humanizada, que focaliza en los derechos de las mamás y sus hijos, y que sirve para la reducción de las muertes materna y neonatal.
La estrategia contempla, por ejemplo, que la mujer elija la posición que le resulte más cómoda para parir, que opte por quien quiera para que sea su acompañante en el parto, que no tenga horarios para ver a su bebé en la neonatología y que le presten ayuda para dar de mamar.
En los últimos dos años las muertes maternas e infantiles se redujeron en la Provincia. La primera en un 32 por ciento, al pasar de 4,3 a 3 por cada 10 mil nacimientos. Las muertes anuales de los bebés menores de un año bajaron de 11,5 cada mil nacidos vivos a 10,9 por mil.
Con esos datos en mano durante las actividades por la Semana del Parto respetado -que arranca hoy y cierra el 26-, el ministro de Salud, Alejandro Collia, destacó que la baja en las tasas “son resultados concretos de las maternidades seguras y centradas en la familia, porque se empodera a los papás, y el equipo de salud trabaja en torno de ellos con mucho respeto por sus derechos y necesidades, como deber ser”.
En la provincia de Buenos Aires este modelo comenzó a aplicarse en junio de 2010 en 36 hospitales y, en la actualidad, ya son 64 los que emplean la estrategia.
“Está previsto que para el año que viene, el 90 por ciento de los bebés que nazcan en los hospitales públicos de la Provincia lo hagan en este tipo de maternidades a las que, además, durante la gestión del gobernador Scioli se les sumó tecnología de última generación para el sostenimiento de bebés en riesgo”, sostuvo Collia.
Internación conjunta
Las maternidades seguras priorizan la internación conjunta del bebé con su mamá. Está comprobado que el contacto de la piel entre la madre y el recién nacido, desde el primer momento, estimula la lactancia, mejora la estabilidad cardiorrespiratoria, beneficia la termorregulación del bebé y disminuye el estrés de ambos. “Además, la inclusión del padre y del resto del grupo familiar en el proceso y en la internación neonatal también son acciones fundamentales para acompañar a la parturienta, quien no sólo ha experimentado cambios físicos sino también psicológicos y emocionales”, indicó la directora de Maternidad e Infancia, Flavia Raineri.
“Es por eso que el respeto por la decisión de la embarazada es fundamental. La mujer debe estar informada en todo momento sobre la evolución del parto. Es importante escuchar sus sentimientos, emociones y requerimientos, porque ella conoce su cuerpo mejor que nadie”, manifestó Raineri.
El concepto de “seguridad” también es muy importante y requiere una constante capacitación del equipo médico profesional. Este año la dirección provincial de Maternidad e Infancia en conjunto con Unicef capacitaron y entregaron diplomas a más de 50 directores y jefes de servicio de Neonatología y Obstetricia, con el fin de profundizar la estrategia sanitaria y la calidad de gestión de quienes se adhieren al sistema de Maternidades Seguras y Centradas en la Familia.
Incluso, y como una de las actividades centrales de la semana del parto respetado, se realizarán dos encuentros que tendrán como eje central capacitar por un lado, a las coordinadoras obstétricas de la provincia de Buenos Aires; y por el otro, a los residentes, futuros profesionales, para que conozcan a fondo los derechos de la mujer embarazada. Los encuentros se realizarán en la Casa de la Provincia el 29 de mayo y se llevarán a cabo en colaboración con el Consejo provincial de las Mujeres, dependiente del ministerio de Gobierno.
Derecho a ser respetada
En 2013, los ministros de Salud y de Gobierno, Alejandro Collia y Cristina Alvarez Rodríguez firmaron un convenio para la puesta en marcha de la campaña provincial “Gestando el Cambio. Por tu derecho al buen trato obstétrico y a recibir información para decidir”, que incluye la difusión de los derechos de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio en las maternidades.
La idea es evitar la violencia obstétrica, es decir, el maltrato y la falta de respeto hacia la mujer embarazada o puérpera. Para llevarla a cabo se capacitó a los equipos de salud y se elaboró un proyecto de ley que ya fue enviado a la Legislatura
Ese proyecto hace hincapié en que la mujer embarazada tiene derechos que el equipo de salud los debe respetar. Por ejemplo: derecho a elegir en qué posición parir, a estar acompañada durante el parto por quien ella decida, a estar bien informada sobre lo que le están haciendo, a no aceptar intervenciones médicas innecesarias y al parto natural respetuoso de los tiempos biológicos, sin apelar a la cesárea si no hay una verdadera necesidad”, detalló Raineri.
Finalmente, desde el ministerio de Salud hicieron hincapié en que la violencia obstétrica es parte de la violencia de género, sin embargo, una mujer no puede defender sus derechos si no los conoce. Por lo tanto, lo primero que debería hacer el equipo de salud es informar a la mujer sobre sus derechos y las intervenciones médicas que se le pudieran practicar, de manera que pueda optar libremente en caso de que existan diferentes alternativas.
Cuándo un parto es respetado
Un parto es respetado si se cumplen las siguientes condiciones:
-La mujer debe ser informada sobre las intervenciones médicas que pudieran tener lugar durante el proceso de parto, de manera que pueda optar libremente en caso de que existan diferentes alternativas.
-Debe ser tratada de modo individual y personalizado, en consideración con sus pautas culturales.
- La embarazada no está enferma. Debe ser considerada como persona sana, de modo que se facilite su participación como protagonista de su propio parto.
-Tiene derecho al parto natural, respetuoso de los tiempos biológicos y psicológicos, evitando prácticas invasivas y suministro de medicación si no es estrictamente necesario.
-Debe ser informada sobre la evolución del parto y el estado de salud de su hijo o hija.
- Es aconsejable y necesario que esté acompañada por una persona de confianza durante el trabajo de parto, el parto y postparto.
- Debe tener a su lado al bebé durante la permanencia en el establecimiento sanitario, siempre que el recién nacido no requiera de cuidados especiales.
El nacimiento de un bebé es uno de los acontecimientos más importantes de una familia. Por eso, la provincia de Buenos Aires ya sumó más de 60 hospitales al sistema de Maternidades Seguras y Centradas en la Familia (MSCF), una modalidad de atención humanizada, que focaliza en los derechos de las mamás y sus hijos, y que sirve para la reducción de las muertes materna y neonatal.
La estrategia contempla, por ejemplo, que la mujer elija la posición que le resulte más cómoda para parir, que opte por quien quiera para que sea su acompañante en el parto, que no tenga horarios para ver a su bebé en la neonatología y que le presten ayuda para dar de mamar.
En los últimos dos años las muertes maternas e infantiles se redujeron en la Provincia. La primera en un 32 por ciento, al pasar de 4,3 a 3 por cada 10 mil nacimientos. Las muertes anuales de los bebés menores de un año bajaron de 11,5 cada mil nacidos vivos a 10,9 por mil.
Con esos datos en mano durante las actividades por la Semana del Parto respetado -que arranca hoy y cierra el 26-, el ministro de Salud, Alejandro Collia, destacó que la baja en las tasas “son resultados concretos de las maternidades seguras y centradas en la familia, porque se empodera a los papás, y el equipo de salud trabaja en torno de ellos con mucho respeto por sus derechos y necesidades, como deber ser”.
En la provincia de Buenos Aires este modelo comenzó a aplicarse en junio de 2010 en 36 hospitales y, en la actualidad, ya son 64 los que emplean la estrategia.
“Está previsto que para el año que viene, el 90 por ciento de los bebés que nazcan en los hospitales públicos de la Provincia lo hagan en este tipo de maternidades a las que, además, durante la gestión del gobernador Scioli se les sumó tecnología de última generación para el sostenimiento de bebés en riesgo”, sostuvo Collia.
Internación conjunta
Las maternidades seguras priorizan la internación conjunta del bebé con su mamá. Está comprobado que el contacto de la piel entre la madre y el recién nacido, desde el primer momento, estimula la lactancia, mejora la estabilidad cardiorrespiratoria, beneficia la termorregulación del bebé y disminuye el estrés de ambos. “Además, la inclusión del padre y del resto del grupo familiar en el proceso y en la internación neonatal también son acciones fundamentales para acompañar a la parturienta, quien no sólo ha experimentado cambios físicos sino también psicológicos y emocionales”, indicó la directora de Maternidad e Infancia, Flavia Raineri.
“Es por eso que el respeto por la decisión de la embarazada es fundamental. La mujer debe estar informada en todo momento sobre la evolución del parto. Es importante escuchar sus sentimientos, emociones y requerimientos, porque ella conoce su cuerpo mejor que nadie”, manifestó Raineri.
El concepto de “seguridad” también es muy importante y requiere una constante capacitación del equipo médico profesional. Este año la dirección provincial de Maternidad e Infancia en conjunto con Unicef capacitaron y entregaron diplomas a más de 50 directores y jefes de servicio de Neonatología y Obstetricia, con el fin de profundizar la estrategia sanitaria y la calidad de gestión de quienes se adhieren al sistema de Maternidades Seguras y Centradas en la Familia.
Incluso, y como una de las actividades centrales de la semana del parto respetado, se realizarán dos encuentros que tendrán como eje central capacitar por un lado, a las coordinadoras obstétricas de la provincia de Buenos Aires; y por el otro, a los residentes, futuros profesionales, para que conozcan a fondo los derechos de la mujer embarazada. Los encuentros se realizarán en la Casa de la Provincia el 29 de mayo y se llevarán a cabo en colaboración con el Consejo provincial de las Mujeres, dependiente del ministerio de Gobierno.
Derecho a ser respetada
En 2013, los ministros de Salud y de Gobierno, Alejandro Collia y Cristina Alvarez Rodríguez firmaron un convenio para la puesta en marcha de la campaña provincial “Gestando el Cambio. Por tu derecho al buen trato obstétrico y a recibir información para decidir”, que incluye la difusión de los derechos de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio en las maternidades.
La idea es evitar la violencia obstétrica, es decir, el maltrato y la falta de respeto hacia la mujer embarazada o puérpera. Para llevarla a cabo se capacitó a los equipos de salud y se elaboró un proyecto de ley que ya fue enviado a la Legislatura
Ese proyecto hace hincapié en que la mujer embarazada tiene derechos que el equipo de salud los debe respetar. Por ejemplo: derecho a elegir en qué posición parir, a estar acompañada durante el parto por quien ella decida, a estar bien informada sobre lo que le están haciendo, a no aceptar intervenciones médicas innecesarias y al parto natural respetuoso de los tiempos biológicos, sin apelar a la cesárea si no hay una verdadera necesidad”, detalló Raineri.
Finalmente, desde el ministerio de Salud hicieron hincapié en que la violencia obstétrica es parte de la violencia de género, sin embargo, una mujer no puede defender sus derechos si no los conoce. Por lo tanto, lo primero que debería hacer el equipo de salud es informar a la mujer sobre sus derechos y las intervenciones médicas que se le pudieran practicar, de manera que pueda optar libremente en caso de que existan diferentes alternativas.
Cuándo un parto es respetado
Un parto es respetado si se cumplen las siguientes condiciones:
-La mujer debe ser informada sobre las intervenciones médicas que pudieran tener lugar durante el proceso de parto, de manera que pueda optar libremente en caso de que existan diferentes alternativas.
-Debe ser tratada de modo individual y personalizado, en consideración con sus pautas culturales.
- La embarazada no está enferma. Debe ser considerada como persona sana, de modo que se facilite su participación como protagonista de su propio parto.
-Tiene derecho al parto natural, respetuoso de los tiempos biológicos y psicológicos, evitando prácticas invasivas y suministro de medicación si no es estrictamente necesario.
-Debe ser informada sobre la evolución del parto y el estado de salud de su hijo o hija.
- Es aconsejable y necesario que esté acompañada por una persona de confianza durante el trabajo de parto, el parto y postparto.
- Debe tener a su lado al bebé durante la permanencia en el establecimiento sanitario, siempre que el recién nacido no requiera de cuidados especiales.