Antiguas sedes de los San Cayetano: Una se transformará en un polo tecnológico y otras dos siguen esperando un nuevo destino
En el inmueble de avenida Rivadavia al 1400, el municipio avanza con las refacciones, pero en el caso de los ubicados en Pellegrini y Cabrera y en Alem y Pringles, si bien fueron vendidos, todavía siguen abandonados y en franco deterioro. El primero de ellos iba a instalarse la sede Junín del PAMI pero el proyecto, por ahora, quedo trunco.
La cadena de Supermercados San Cayetano, que tuvo un importante desarrollo en la última década del siglo XX, pero luego pasó a sufrir problemas económicos que dificultaron su crecimiento y llevaron al achicamiento y cierre de sucursales –llegó a tener 58, cinco de ellas ubicadas en Junín- dejó como pesada herencia a las ciudades en donde estuvo asentada, además de la gran cantidad de despidos, una serie de inmuebles de importantes dimensiones, la mayoría de los cuales, once años después de la desaparición de la cadena (ocurrió en 2003), aún no encuentran un nuevo destino y sufren importantes deterioros estructurales.
En esta semana se supo que en Bragado, el inmueble que ocupaba la empresa perteneciente a la firma Reynoso Hnos., fue comprado por el supermercado “La Anónima” para asentarse en el mismo, ubicado en la zona céntrica de la vecina ciudad, Rivadavia y Bransend y que estaba abandonado desde la quiebra de los Reynoso.
En el caso de nuestra ciudad, la que mejor destino tuvo fue la boca del ex San Cayetano en calle Ataliva Roca 35. Tras la quiebra y un intento fallido de los empleados por continuar en una cooperativa, la mutual AMCIPA comenzó a incursionar en el supermercadismo haciéndose cargo de la continuidad comercial del lugar, junto con otra sucursal que instaló en Ituzaingó 43. Posteriormente la actividad supermercadista fue continuada en ambos locales con el arribo de la cadena Vea.
Otro local que supo ocupar San Cayetano fue en 25 de Mayo y Bernardo de Irigoyen. Actualmente funciona allí un supermercado de capitales asiáticos.
Dos locales más siguen desocupados, esperando un nuevo destino que se torna cada vez más incierto por cuanto el tiempo pasa y las estructuras se siguen deteriorando. Se trata de los inmuebles ubicados en Pellegrini y Cabrera. Este habría sido adquirido por el PAMI para instalar sus oficinas, pero debido a los altos costos que demanda la refacción del lugar, las autoridades del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, habrían desistido de ese proyecto y optaron por alquilar un inmueble en calle Alvarez Rodríguez y General Villegas, a metros de la plaza “Nueve de Julio”, donde se desarrolla la atención al público.
El otro lugar que ya presenta también serios problemas estructurales es el edificio de Alem y Pringles, ya centenario y que supo albergar a la recordada cooperativa El Hogar Obrero. El predio fue vendido a los dueños de una empresa comercial hace entre 7 y 8 años y en un primer momento se había desmalezado y cerrado el lugar pero, lamentablemente, nunca llegó a cristalizarse otro emprendimiento en el lugar generando que los vecinos, periódicamente, manifiesten su malestar por el estado del lugar.
Un mejor destino
El amplio inmueble de Rivadavia al 1.400 donde supo funcionar la fábrica de galletitas “La Delicia”, pero que también fue casi destruido por el accionar vandálico desaprensivo luego de permanecer casi diez años abandonado, tiene ahora un mejor destino. Allí el Gobierno Local decidió instalar el Centro Integrador de Tecnología Empresarial.
En sesenta días aproximadamente se estima que estará concluida la obra y quienes desarrollarán su actividad están muy satisfechos con la marcha de los trabajos de refacción que se vienen desarrollando.
En el lugar se erigirá una delegación municipal –similar a la que funciona en el barrio Belgrano para la realización de pagos y trámites comunales- pero la función descollante que realizará será la de una incubadora de empresas que albergará a aquellas que ya están integradas en el Polo Tecnológico junto a otros emprendimientos vinculados con la informática y la tecnología, muchos de los cuales hoy funcionan en domicilios particulares.
De esta manera, también podrán tener la posibilidad de contar con un espacio físico y estar vinculados con otras empresas del sector. También funcionará la oficina de Empleo, la sede de la Agencia de Desarrollo, la Asociación de Confeccionistas –que funcionó en el edificio de SITERCO y actualmente están alquilando un inmueble en calle Alvear- y el programa SOS Creativo. La delegación municipal y oficina de empleo ocuparán un espacio propio, con entrada y salida individual.
El salón está en buenas condiciones y será dividido en boxes para cada una de las empresas. Habrá un espacio gastronómico destinado a quienes desarrollen actividades laborables, servicio que saldrá a licitación. Se cuenta con un entrepiso donde se habilitará un auditorio, como también se contará con un salón de usos múltiples.
Todas las empresas que se instalen en este Centro Integrador de Tecnología contarán con beneficios impositivos locales. Solamente abonarán la tasa de seguridad policial y estarán exento de los demás.
Pellegrini y Cabrera. Este inmueble presenta serias deficiencias que generan una importante inversión, de allí que el PAMI, que planeaba instalar sus oficinas, por el momento pospusiera ese proyecto. |
Rivadavia 1400. El Gobierno Local alquiló el lugar y allí instalará el Centro Integrador de Tecnología Empresarial. |
La cadena de Supermercados San Cayetano, que tuvo un importante desarrollo en la última década del siglo XX, pero luego pasó a sufrir problemas económicos que dificultaron su crecimiento y llevaron al achicamiento y cierre de sucursales –llegó a tener 58, cinco de ellas ubicadas en Junín- dejó como pesada herencia a las ciudades en donde estuvo asentada, además de la gran cantidad de despidos, una serie de inmuebles de importantes dimensiones, la mayoría de los cuales, once años después de la desaparición de la cadena (ocurrió en 2003), aún no encuentran un nuevo destino y sufren importantes deterioros estructurales.
En esta semana se supo que en Bragado, el inmueble que ocupaba la empresa perteneciente a la firma Reynoso Hnos., fue comprado por el supermercado “La Anónima” para asentarse en el mismo, ubicado en la zona céntrica de la vecina ciudad, Rivadavia y Bransend y que estaba abandonado desde la quiebra de los Reynoso.
En el caso de nuestra ciudad, la que mejor destino tuvo fue la boca del ex San Cayetano en calle Ataliva Roca 35. Tras la quiebra y un intento fallido de los empleados por continuar en una cooperativa, la mutual AMCIPA comenzó a incursionar en el supermercadismo haciéndose cargo de la continuidad comercial del lugar, junto con otra sucursal que instaló en Ituzaingó 43. Posteriormente la actividad supermercadista fue continuada en ambos locales con el arribo de la cadena Vea.
Otro local que supo ocupar San Cayetano fue en 25 de Mayo y Bernardo de Irigoyen. Actualmente funciona allí un supermercado de capitales asiáticos.
Dos locales más siguen desocupados, esperando un nuevo destino que se torna cada vez más incierto por cuanto el tiempo pasa y las estructuras se siguen deteriorando. Se trata de los inmuebles ubicados en Pellegrini y Cabrera. Este habría sido adquirido por el PAMI para instalar sus oficinas, pero debido a los altos costos que demanda la refacción del lugar, las autoridades del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, habrían desistido de ese proyecto y optaron por alquilar un inmueble en calle Alvarez Rodríguez y General Villegas, a metros de la plaza “Nueve de Julio”, donde se desarrolla la atención al público.
El otro lugar que ya presenta también serios problemas estructurales es el edificio de Alem y Pringles, ya centenario y que supo albergar a la recordada cooperativa El Hogar Obrero. El predio fue vendido a los dueños de una empresa comercial hace entre 7 y 8 años y en un primer momento se había desmalezado y cerrado el lugar pero, lamentablemente, nunca llegó a cristalizarse otro emprendimiento en el lugar generando que los vecinos, periódicamente, manifiesten su malestar por el estado del lugar.
Un mejor destino
El amplio inmueble de Rivadavia al 1.400 donde supo funcionar la fábrica de galletitas “La Delicia”, pero que también fue casi destruido por el accionar vandálico desaprensivo luego de permanecer casi diez años abandonado, tiene ahora un mejor destino. Allí el Gobierno Local decidió instalar el Centro Integrador de Tecnología Empresarial.
En sesenta días aproximadamente se estima que estará concluida la obra y quienes desarrollarán su actividad están muy satisfechos con la marcha de los trabajos de refacción que se vienen desarrollando.
En el lugar se erigirá una delegación municipal –similar a la que funciona en el barrio Belgrano para la realización de pagos y trámites comunales- pero la función descollante que realizará será la de una incubadora de empresas que albergará a aquellas que ya están integradas en el Polo Tecnológico junto a otros emprendimientos vinculados con la informática y la tecnología, muchos de los cuales hoy funcionan en domicilios particulares.
De esta manera, también podrán tener la posibilidad de contar con un espacio físico y estar vinculados con otras empresas del sector. También funcionará la oficina de Empleo, la sede de la Agencia de Desarrollo, la Asociación de Confeccionistas –que funcionó en el edificio de SITERCO y actualmente están alquilando un inmueble en calle Alvear- y el programa SOS Creativo. La delegación municipal y oficina de empleo ocuparán un espacio propio, con entrada y salida individual.
El salón está en buenas condiciones y será dividido en boxes para cada una de las empresas. Habrá un espacio gastronómico destinado a quienes desarrollen actividades laborables, servicio que saldrá a licitación. Se cuenta con un entrepiso donde se habilitará un auditorio, como también se contará con un salón de usos múltiples.
Todas las empresas que se instalen en este Centro Integrador de Tecnología contarán con beneficios impositivos locales. Solamente abonarán la tasa de seguridad policial y estarán exento de los demás.