Dejar de fumar es posible: Seis de cada diez personas que inician tratamientos consiguen abandonar el cigarrillo
El dato corresponde al hospital Rossi de La Plata y al servicio de Neumotisiología de Tandil, donde funcionan dos de los más de 40 centros de cesación tabáquica que tiene la Provincia. Las personas de entre 50 y 60 años son las que más consultan para abandonar el vicio, mientras que el 60 por ciento son mujeres.
Parece difícil, pero no es imposible: el 60 por ciento de los pacientes que iniciaron tratamientos para dejar de fumar consiguieron hacerlo. El dato corresponde al hospital Rossi de La Plata y al servicio de Neumotisiología de Tandil, dos de los más de 40 centros de cesación tabáquica que funcionan en hospitales del ministerio de Salud de la Provincia, a donde pueden asistir, de manera gratuita, todos aquellos que se dispongan a abandonar el cigarrillo.
Pero además, para que dejar de fumar sea más accesible para todos, también se pueden iniciar tratamientos en los 205 Centros de Atención a las Adicciones (CPA) que hay en todo el territorio provincial, muchos de los cuales funcionan en clubes, sociedades de fomento y parroquias.
Eso sí. Hay que estar convencido, ya que si bien se ofrece una medicación para paliar la abstinencia, el tratamiento requiere de una buena dosis de deseo por dejar de fumar y otra de voluntad. Después de sólo una semana los síntomas acompañan el proceso y suelen darle impulso al paciente: cambia el color de la piel, que pasa de grisáceo a rosado, se aclara la respiración, se recupera el sabor y el olfato, y se reduce la fatiga o cansancio.
Según un perfil elaborado por el Observatorio de la subsecretaría de Atención a las Adicciones sobre pacientes atendidos por consumo problemático de tabaco, las mujeres son las más preocupadas por su salud, ya que 6 de cada 10 personas que consultan para dejar de fumar pertenecen al sexo femenino.
“El tabaquismo es una enfermedad y pese a los avances conseguidos gracias a las leyes antitabaco, continúa siendo uno de los principales problemas de salud pública”, sostuvo el ministro de Salud, Alejandro Collia. “Hoy se sabe que fumar es la principal causa de muerte evitable, que el 50 por ciento de los fumadores morirán por alguna razón vinculada a esta adicción y que quienes realizan un consumo problemático del tabaco viven, en promedio, diez años menos que los no fumadores”, agregó.
Por eso, la cartera sanitaria impulsa diferentes iniciativas para atacar la problemática en dos frentes: ofrece talleres de cesación tabáquica y controla que se respete la ley antitabaco en la toda Provincia. “Si bien cada vez más personas cumplen el objetivo de dejar el cigarrillo, siempre es más fácil no iniciar nunca el vicio que convertirse en un ex fumador”, señaló Collia.
QUERER ES PODER
Sólo basta con querer dejar de fumar, consultar y aceptar la ayuda, porque si bien el cigarrillo es una adicción, también puede ser una opción. El éxito de las iniciativas del hospital Rossi en La Plata y del servicio de Neumotisiología de Tandil son un claro ejemplo. Según consignaron los especialistas que coordinan los talleres que funcionan en estos centros de salud, el 60 por ciento de las personas que inician el tratamiento logran abandonar el tabaco por completo.
“Existe un seguimiento muy importante de los pacientes una vez finalizado el taller. Hacemos todo lo posible para evitar que recaigan, y para eso nuestros teléfonos están abiertos todo el día para escuchar cualquier consulta al respecto”, explicó Luis Ferrero, cardiólogo del Área Programática del hospital Rossi, coordinador del taller grupal para dejar de fumar y ex fumador.
Las consultas para dejar el tabaco comienzan entre los 50 y 60 años, mientras que de acuerdo a datos del Observatorio de la subsecretaría de Adicciones, un fumador inicia el vicio en promedio a los 15. “Esto quiere decir que llevan al menos 35 años de fumadores, lo que se traduce en daños progresivos e irreversibles en los pulmones, así como también aumenta el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares”, señaló el director provincial de Atención Primaria de la Salud, Luis Crovetto.
Los talleres consisten en 7 encuentros, una vez por semana y con duración de una hora. “En una primera reunión y luego de la consulta con una psicóloga del programa se organizan los grupos de no más de 15 personas y se da información sobre cómo actúa la nicotina en el organismo”, agregó Ferrero sobre la iniciativa en el Rossi, que ya tiene 3 años.
Para salir ilesos de los peores momentos de abstinencia existen una serie de recomendaciones: “En los dos o tres minutos críticos conviene darse una ducha, salir a tomar aire fresco, llamar a alguien para conversar o pedir ayuda y también iniciar un hobby o una actividad entretenida”, explicó Carlos Calvi, director del Servicio de Neumotisiología de Tandil, donde unas 2.400 personas consiguieron dejar de fumar en los últimos 8 años.
Como opción, en el Rossi, los ex fumadores se reúnen para aprender armónica, a través de las clases que dicta un músico y ex alumno del taller. Una actividad que ayuda a mejorar la capacidad respiratoria y, a su vez, previene las recaídas. Mientras tanto, en Tandil el servicio cuenta con un amplio equipo interdisciplinario que contiene a los pacientes en todas las etapas de desintoxicación: neumonólogos, asistentes sociales, psicólogos, cardiólogos y hasta nutricionistas y profesores de educación física que acompañan el proceso con otros hábitos saludables.
UN VICIO QUE PASÓ DE MODA
Lejos quedó la mirada hacia el cigarrillo como elemento que otorga seguridad e independencia. Hoy, por suerte, fumar está casi mal visto. En parte, este importante cambio sanitario y cultural se debe a las legislaciones (en la Provincia ley 14.381 modificatoria de la 13.894) que prohíben la publicidad y el fumar en espacios cerrados de uso público.
Para ganar la batalla individual, sin embargo, los especialistas señalaron que es fundamental dejar de asociar el cigarrillo con momentos de placer o inclusive, como una compañía en momentos de soledad. Es que de acuerdo a los datos del Observatorio de Adicciones, el 20 por ciento de las personas en tratamiento manifestaron que fumaban porque se sentían solas.
Cabe señalar que en el último año la subsecretaría de Control Sanitario realizó unas 200 inspecciones para garantizar que se cumpla la ley antitabaco en locales diurnos de más de 25 distritos bonaerenses. En total se encontraron infracciones sólo en 9, uno de los cuales (una estación de servicio) fue multado por dejar fumar en su interior con el equivalente en dinero a 1.000 paquetes de cigarrillos de 20, del mayor precio comercializado en el país.
Además, el incumplimiento de la normativa vigente se puede denunciar a través de un formulario on line que está disponible en la página del ministerio (http://sistemas.ms.gba.gov.ar/saludsinhumo/denuncias.php.). Allí se podrá alertar a las autoridades sanitarias sobre los lugares de acceso público que, pese a la prohibición vigente, no ponen límite a los fumadores. Es que desde su sanción, en agosto de 2012, la ley 14.381 prohíbe el consumo en todos los espacios de acceso público, con solo tres excepciones: los clubes de fumadores, los centros de salud mental con internación y las cárceles.
Parece difícil, pero no es imposible: el 60 por ciento de los pacientes que iniciaron tratamientos para dejar de fumar consiguieron hacerlo. El dato corresponde al hospital Rossi de La Plata y al servicio de Neumotisiología de Tandil, dos de los más de 40 centros de cesación tabáquica que funcionan en hospitales del ministerio de Salud de la Provincia, a donde pueden asistir, de manera gratuita, todos aquellos que se dispongan a abandonar el cigarrillo.
Pero además, para que dejar de fumar sea más accesible para todos, también se pueden iniciar tratamientos en los 205 Centros de Atención a las Adicciones (CPA) que hay en todo el territorio provincial, muchos de los cuales funcionan en clubes, sociedades de fomento y parroquias.
Eso sí. Hay que estar convencido, ya que si bien se ofrece una medicación para paliar la abstinencia, el tratamiento requiere de una buena dosis de deseo por dejar de fumar y otra de voluntad. Después de sólo una semana los síntomas acompañan el proceso y suelen darle impulso al paciente: cambia el color de la piel, que pasa de grisáceo a rosado, se aclara la respiración, se recupera el sabor y el olfato, y se reduce la fatiga o cansancio.
Según un perfil elaborado por el Observatorio de la subsecretaría de Atención a las Adicciones sobre pacientes atendidos por consumo problemático de tabaco, las mujeres son las más preocupadas por su salud, ya que 6 de cada 10 personas que consultan para dejar de fumar pertenecen al sexo femenino.
“El tabaquismo es una enfermedad y pese a los avances conseguidos gracias a las leyes antitabaco, continúa siendo uno de los principales problemas de salud pública”, sostuvo el ministro de Salud, Alejandro Collia. “Hoy se sabe que fumar es la principal causa de muerte evitable, que el 50 por ciento de los fumadores morirán por alguna razón vinculada a esta adicción y que quienes realizan un consumo problemático del tabaco viven, en promedio, diez años menos que los no fumadores”, agregó.
Por eso, la cartera sanitaria impulsa diferentes iniciativas para atacar la problemática en dos frentes: ofrece talleres de cesación tabáquica y controla que se respete la ley antitabaco en la toda Provincia. “Si bien cada vez más personas cumplen el objetivo de dejar el cigarrillo, siempre es más fácil no iniciar nunca el vicio que convertirse en un ex fumador”, señaló Collia.
QUERER ES PODER
Sólo basta con querer dejar de fumar, consultar y aceptar la ayuda, porque si bien el cigarrillo es una adicción, también puede ser una opción. El éxito de las iniciativas del hospital Rossi en La Plata y del servicio de Neumotisiología de Tandil son un claro ejemplo. Según consignaron los especialistas que coordinan los talleres que funcionan en estos centros de salud, el 60 por ciento de las personas que inician el tratamiento logran abandonar el tabaco por completo.
“Existe un seguimiento muy importante de los pacientes una vez finalizado el taller. Hacemos todo lo posible para evitar que recaigan, y para eso nuestros teléfonos están abiertos todo el día para escuchar cualquier consulta al respecto”, explicó Luis Ferrero, cardiólogo del Área Programática del hospital Rossi, coordinador del taller grupal para dejar de fumar y ex fumador.
Las consultas para dejar el tabaco comienzan entre los 50 y 60 años, mientras que de acuerdo a datos del Observatorio de la subsecretaría de Adicciones, un fumador inicia el vicio en promedio a los 15. “Esto quiere decir que llevan al menos 35 años de fumadores, lo que se traduce en daños progresivos e irreversibles en los pulmones, así como también aumenta el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares”, señaló el director provincial de Atención Primaria de la Salud, Luis Crovetto.
Los talleres consisten en 7 encuentros, una vez por semana y con duración de una hora. “En una primera reunión y luego de la consulta con una psicóloga del programa se organizan los grupos de no más de 15 personas y se da información sobre cómo actúa la nicotina en el organismo”, agregó Ferrero sobre la iniciativa en el Rossi, que ya tiene 3 años.
Para salir ilesos de los peores momentos de abstinencia existen una serie de recomendaciones: “En los dos o tres minutos críticos conviene darse una ducha, salir a tomar aire fresco, llamar a alguien para conversar o pedir ayuda y también iniciar un hobby o una actividad entretenida”, explicó Carlos Calvi, director del Servicio de Neumotisiología de Tandil, donde unas 2.400 personas consiguieron dejar de fumar en los últimos 8 años.
Como opción, en el Rossi, los ex fumadores se reúnen para aprender armónica, a través de las clases que dicta un músico y ex alumno del taller. Una actividad que ayuda a mejorar la capacidad respiratoria y, a su vez, previene las recaídas. Mientras tanto, en Tandil el servicio cuenta con un amplio equipo interdisciplinario que contiene a los pacientes en todas las etapas de desintoxicación: neumonólogos, asistentes sociales, psicólogos, cardiólogos y hasta nutricionistas y profesores de educación física que acompañan el proceso con otros hábitos saludables.
UN VICIO QUE PASÓ DE MODA
Lejos quedó la mirada hacia el cigarrillo como elemento que otorga seguridad e independencia. Hoy, por suerte, fumar está casi mal visto. En parte, este importante cambio sanitario y cultural se debe a las legislaciones (en la Provincia ley 14.381 modificatoria de la 13.894) que prohíben la publicidad y el fumar en espacios cerrados de uso público.
Para ganar la batalla individual, sin embargo, los especialistas señalaron que es fundamental dejar de asociar el cigarrillo con momentos de placer o inclusive, como una compañía en momentos de soledad. Es que de acuerdo a los datos del Observatorio de Adicciones, el 20 por ciento de las personas en tratamiento manifestaron que fumaban porque se sentían solas.
Cabe señalar que en el último año la subsecretaría de Control Sanitario realizó unas 200 inspecciones para garantizar que se cumpla la ley antitabaco en locales diurnos de más de 25 distritos bonaerenses. En total se encontraron infracciones sólo en 9, uno de los cuales (una estación de servicio) fue multado por dejar fumar en su interior con el equivalente en dinero a 1.000 paquetes de cigarrillos de 20, del mayor precio comercializado en el país.
Además, el incumplimiento de la normativa vigente se puede denunciar a través de un formulario on line que está disponible en la página del ministerio (http://sistemas.ms.gba.gov.ar/saludsinhumo/denuncias.php.). Allí se podrá alertar a las autoridades sanitarias sobre los lugares de acceso público que, pese a la prohibición vigente, no ponen límite a los fumadores. Es que desde su sanción, en agosto de 2012, la ley 14.381 prohíbe el consumo en todos los espacios de acceso público, con solo tres excepciones: los clubes de fumadores, los centros de salud mental con internación y las cárceles.