Una nutrida concurrencia acompañó la procesión efectuada en torno a la plaza “25 de Mayo”.
Cerrando las actividades previstas para el mes de las fiestas patronales de la parroquia San Ignacio de Loyola, se llevó a cabo ayer a la tarde la procesión con la imagen del patrono de nuestra ciudad en torno a la plaza “25 de Mayo” contándose con el acompañamiento de la Banda del Grupo de Artillería 10.
San Ignacio fue el fundador de la Compañía de Jesús, y es conocido como el santo maestro de los discernimientos de espíritus; además, es patrono de los ejercicios espirituales, de los retiros y de los soldados.
Cuenta la historia que este gran hombre fue un soldado que resultó herido de gravedad en una batalla. Un hecho que marcó su vida pues “la lectura durante su convalecencia de libros religiosos lo llevaría a profundizar en la fe católica y a la imitación de los santos. Propuso entonces peregrinar a Jerusalén, para lo cual necesitaba llegar a Roma”.
Lo acusaron injustamente ante la autoridad religiosa y estuvo dos meses en la cárcel. Después lo declararon inocente, pero había gente que lo perseguía. El consideraba todos estos sufrimientos como un medio que Dios le proporcionaba para que fuera pagando sus pecados. Y exclamaba: "No hay en la ciudad tantas cárceles ni tantos tormentos como los que yo deseo sufrir por amor a Jesucristo".
Se fue a Paris a estudiar en su famosa Universidad de La Sorbona. Allá formó un grupo con seis compañeros que se han hecho famosos porque con ellos fundó la Compañía de Jesús. Ellos son: Pedro Fabro, Francisco Javier, Laínez, Salnerón, Simón Rodríguez y Nicolás Bobadilla. Recibieron doctorado en aquella universidad y daban muy buen ejemplo a todos.
Se fueron a Roma y el Papa Pablo III les recibió muy bien y les dio permiso de ser ordenados sacerdotes. San Ignacio se dedicó en Roma a predicar Ejercicios Espirituales y a catequizar al pueblo. Sus compañeros se dedicaron a dictar clases en universidades y colegios y a dar conferencias espirituales a toda clase de personas. Se propusieron como principal oficio enseñar la religión a la gente.
En 1540 el Papa Pablo III aprobó su comunidad llamada "Compañía de Jesús" o "Jesuitas". El Superior General de la nueva comunidad fue San Ignacio hasta su muerte.
En Roma pasó todo el resto de su vida.
Su lema era: "Todo para mayor gloria de Dios". Y a ello dirigía todas sus acciones, palabras y pensamientos: A que Dios fuera más conocido, más amado y mejor obedecido. Murió el 31 de julio de 1556 a la edad de 65 años.
En 1622 el Papa lo declaró Santo y después Pío XI lo declaró Patrono de los Ejercicios Espirituales en todo el mundo. Su comunidad de Jesuitas es la más numerosa en la Iglesia Católica.
El papa Jorge Mario Bergoglio, Francisco, timón de la Iglesia Católica, pertenece a la congregación religiosa jesuita, La Compañía de Jesús, fundada en 1540 por San Ignacio de Loyola y un grupo de jóvenes.
Cerrando las actividades previstas para el mes de las fiestas patronales de la parroquia San Ignacio de Loyola, se llevó a cabo ayer a la tarde la procesión con la imagen del patrono de nuestra ciudad en torno a la plaza “25 de Mayo” contándose con el acompañamiento de la Banda del Grupo de Artillería 10.
San Ignacio fue el fundador de la Compañía de Jesús, y es conocido como el santo maestro de los discernimientos de espíritus; además, es patrono de los ejercicios espirituales, de los retiros y de los soldados.
Cuenta la historia que este gran hombre fue un soldado que resultó herido de gravedad en una batalla. Un hecho que marcó su vida pues “la lectura durante su convalecencia de libros religiosos lo llevaría a profundizar en la fe católica y a la imitación de los santos. Propuso entonces peregrinar a Jerusalén, para lo cual necesitaba llegar a Roma”.
Lo acusaron injustamente ante la autoridad religiosa y estuvo dos meses en la cárcel. Después lo declararon inocente, pero había gente que lo perseguía. El consideraba todos estos sufrimientos como un medio que Dios le proporcionaba para que fuera pagando sus pecados. Y exclamaba: "No hay en la ciudad tantas cárceles ni tantos tormentos como los que yo deseo sufrir por amor a Jesucristo".
Se fue a Paris a estudiar en su famosa Universidad de La Sorbona. Allá formó un grupo con seis compañeros que se han hecho famosos porque con ellos fundó la Compañía de Jesús. Ellos son: Pedro Fabro, Francisco Javier, Laínez, Salnerón, Simón Rodríguez y Nicolás Bobadilla. Recibieron doctorado en aquella universidad y daban muy buen ejemplo a todos.
Se fueron a Roma y el Papa Pablo III les recibió muy bien y les dio permiso de ser ordenados sacerdotes. San Ignacio se dedicó en Roma a predicar Ejercicios Espirituales y a catequizar al pueblo. Sus compañeros se dedicaron a dictar clases en universidades y colegios y a dar conferencias espirituales a toda clase de personas. Se propusieron como principal oficio enseñar la religión a la gente.
En 1540 el Papa Pablo III aprobó su comunidad llamada "Compañía de Jesús" o "Jesuitas". El Superior General de la nueva comunidad fue San Ignacio hasta su muerte.
En Roma pasó todo el resto de su vida.
Su lema era: "Todo para mayor gloria de Dios". Y a ello dirigía todas sus acciones, palabras y pensamientos: A que Dios fuera más conocido, más amado y mejor obedecido. Murió el 31 de julio de 1556 a la edad de 65 años.
En 1622 el Papa lo declaró Santo y después Pío XI lo declaró Patrono de los Ejercicios Espirituales en todo el mundo. Su comunidad de Jesuitas es la más numerosa en la Iglesia Católica.
El papa Jorge Mario Bergoglio, Francisco, timón de la Iglesia Católica, pertenece a la congregación religiosa jesuita, La Compañía de Jesús, fundada en 1540 por San Ignacio de Loyola y un grupo de jóvenes.