Se realiza en nuestra ciudad en la sede de ALPI los días jueves. Las virtudes de esta terapia a partir del humor.
Luego de la exitosa muestra retrospectiva por sus 20 años de artistas independiente, Silvana Tomicic retomó el taller de la risa, los jueves a las 20.30 en la sede de ALPI, Pellegrini 279. Los interesados pueden anotarse llamando al 154539643
El taller de la risa, es un espacio destinado a personas que valoran el optimismo en tiempos de crisis y que quieran vencer ese lugar tan temido que es el Miedo al Ridículo. El encuentro es semanal, geneando un circuito donde surgen empatías positivas y se liberan endorfinas(hormonas del placer), liberando al niño interior, socializando la esperanza y el optimismo ,intentando que lo logrado en cada encuentro sea distribuido en el diario vivir.
El reírse a conciencia con propósito e intención, unos minutos al día, en principio incorpora un hábito y una disponibilidad hacia las emociones positivas, y un natural rechazo hacia las emociones negativas. Creando como un halo de protección para poder decidir que emoción, pensamiento o sensación quiero despertar.
Hay distintos niveles de risa, ya que el reírse también es una herencia cultural. Las hay mas tímidas, contagiosas ,risas de cumplido, nerviosa, algunas risas que parecen falsas y hay personas que se divierten mucho pero uno no se entera. Es muy interesante conocer con qué necesidad la gente llega al taller, y las motivaciones son muy variadas y a la vez tienen mucho en común:depresión, recomendación médica, fobias, soledad, por que perdieron la risa etc. y sucede algo sorprendente aquella persona que vino con alguna necesidad es la que motiva más al grupo a reír.
Reírse de uno mismo es un gran acto de Madurez, de exponer vuestra vulnerabilidad y socializarla, habla de la capacidad de ser flexible. Podemos reírnos de todo aquello a lo que le podemos poner palabra.Ya que la risa es un medio positivo de adaptación al medio. Nos podemos reír de nuestros defectos, de enfermedades, de vicios, de la muerte, de la religión, es increíble que en lugares tan dolorosos como es un velorio(parte social de la muerte ),se escuchen los mejores chistes, esto explica que ante el dolor es también un mecanismo de defensa adptativo.
Luego de la exitosa muestra retrospectiva por sus 20 años de artistas independiente, Silvana Tomicic retomó el taller de la risa, los jueves a las 20.30 en la sede de ALPI, Pellegrini 279. Los interesados pueden anotarse llamando al 154539643
El taller de la risa, es un espacio destinado a personas que valoran el optimismo en tiempos de crisis y que quieran vencer ese lugar tan temido que es el Miedo al Ridículo. El encuentro es semanal, geneando un circuito donde surgen empatías positivas y se liberan endorfinas(hormonas del placer), liberando al niño interior, socializando la esperanza y el optimismo ,intentando que lo logrado en cada encuentro sea distribuido en el diario vivir.
El reírse a conciencia con propósito e intención, unos minutos al día, en principio incorpora un hábito y una disponibilidad hacia las emociones positivas, y un natural rechazo hacia las emociones negativas. Creando como un halo de protección para poder decidir que emoción, pensamiento o sensación quiero despertar.
Hay distintos niveles de risa, ya que el reírse también es una herencia cultural. Las hay mas tímidas, contagiosas ,risas de cumplido, nerviosa, algunas risas que parecen falsas y hay personas que se divierten mucho pero uno no se entera. Es muy interesante conocer con qué necesidad la gente llega al taller, y las motivaciones son muy variadas y a la vez tienen mucho en común:depresión, recomendación médica, fobias, soledad, por que perdieron la risa etc. y sucede algo sorprendente aquella persona que vino con alguna necesidad es la que motiva más al grupo a reír.
Reírse de uno mismo es un gran acto de Madurez, de exponer vuestra vulnerabilidad y socializarla, habla de la capacidad de ser flexible. Podemos reírnos de todo aquello a lo que le podemos poner palabra.Ya que la risa es un medio positivo de adaptación al medio. Nos podemos reír de nuestros defectos, de enfermedades, de vicios, de la muerte, de la religión, es increíble que en lugares tan dolorosos como es un velorio(parte social de la muerte ),se escuchen los mejores chistes, esto explica que ante el dolor es también un mecanismo de defensa adptativo.