Por Andrés Rosa. Concejal, presidente de la Comisión de Seguridad del Concejo Deliberante.- El nuevo protocolo refleja un cambio de enfoque al considerar que las protestas sociales deben ser abordadas como un problema de seguridad, priorizando la represión de las mismas. A esto lo llamamos policiamiento de la seguridad. Pone el derecho a la libre circulación por encima de la integridad de las personas y de los derechos a la protesta, de reunión, de petición a las autoridades y a la libertad de expresión. Los derechos no son absolutos (tampoco el de la libre circulación) sino que hay algunos que son especialmente protegidos por nuestra constitución. En esto, la libertad de expresión tiene una protección constitucional privilegiada. Pareciera que este protocolo tomara partido por uno solo de los derechos y en su defensa cercena a los otros. Deja a la autoridad policial arrogarse la potestad de decidir que derechos deben primar por sobre otros. Amplia las facultades discreciona...
Una recopilación de hechos y algito de opinión de los que nos pasa en este lugar del mundo.