Las principales pistas que siguen los investigadores del crimen que tuvo como víctima a Paola Silvana Tomé apuntan a un hombre que pretendía mantener una relación sentimental con la mujer, propuesta que ella, según se supo, había rechazado cuando le fue manifestada por el supuesto homicida.
Así lo indica el matutino Democracia en su edición de hoy. Agrega el diario que esa es la hipótesis que por estas horas se maneja con mayor volumen en el círculo cercano a la fiscal Vanina Lisazo, a cargo de la causa donde se busca establecer quién mató a la comerciante de 38 años en su negocio Rowena, de General Paz 45, entre las 17 y las 18 del jueves 16 de enero.
“Hay indicios muy fuertes que llevan a sospechar de un sujeto que era muy conocido de Paola y que, como algunos otros, quería concretar un acercamiento con ella. El tema es que ella no aceptó el ofrecimiento, ni de él ni de otros tantos, y el despecho lo podría haber cegado”, le confió a Democracia un alto funcionario policial.
Mientras tanto, un estrecho colaborador de Lisazo confirmó esa teoría, aunque sostuvo que para que esa presunción sea refrendada será crucial el resultado de las pericias que se le están realizando a los rastros genéticos recolectados por los efectivos de la Policía Científica el viernes 19, minutos después de que Paola fuera encontrada sin vida en el interior del local donde vendía ropa femenina.
“Tenía un novio”
Paola había estado casada, pero antes de mudarse desde Buenos Aires a Junín había cortado esa relación y en apariencia no había formado un vínculo estable.
Sin embargo, una amiga íntima le confesó a este diario que Tomé sí había restablecido un vínculo amoroso sólido con un hombre unos años menor que ella, novio al que no había presentado a sus familiares. “Ella era una chica muy pretendida, y si bien estando sola pudo haber tenido alguna relación casual, en el último tiempo se la veía enamorada”, agregó.
Ese testimonio fue sumado a la causa y la fiscal citó a declarar al muchacho que había logrado ganarse el corazón de la comerciante, que en medio del abatimiento no proporcionó detalles de peso. De todas formas, para la fiscal, ese individuo no da con el perfil de un criminal.
“Ella (por Lisazo) cree que se trató de alguien que actuó despechado. No es su única teoría y no descarta nada, pero sí su principal hipótesis”, dijo otro de los funcionarios judiciales consultados.
Hay una imagen de Paola, sí, que fue tomada por las cámaras de videovigilancia del gobierno local, donde se la ve caminando por Roque Sáenz Peña, pero está “sola”, confió la fuente a este diario, y, por ende, no sirve de mucho para el esclarecimiento del hecho de sangre.
Las cámaras del Municipio no apuntan a la escena del crimen y la del local de al lado tenía el reflejo del sol y no aportó elementos de prueba a la causa, lamentó el funcionario, muy cercano a la investigación.
Los pesquisas trabajan, con todo, sobre dos líneas: la reconstrucción de las “relaciones”
de la propietaria del comercio “Rowena”, y las últimas conversaciones telefónicas.
(Fuente: Diario Democracia)
Así lo indica el matutino Democracia en su edición de hoy. Agrega el diario que esa es la hipótesis que por estas horas se maneja con mayor volumen en el círculo cercano a la fiscal Vanina Lisazo, a cargo de la causa donde se busca establecer quién mató a la comerciante de 38 años en su negocio Rowena, de General Paz 45, entre las 17 y las 18 del jueves 16 de enero.
“Hay indicios muy fuertes que llevan a sospechar de un sujeto que era muy conocido de Paola y que, como algunos otros, quería concretar un acercamiento con ella. El tema es que ella no aceptó el ofrecimiento, ni de él ni de otros tantos, y el despecho lo podría haber cegado”, le confió a Democracia un alto funcionario policial.
Mientras tanto, un estrecho colaborador de Lisazo confirmó esa teoría, aunque sostuvo que para que esa presunción sea refrendada será crucial el resultado de las pericias que se le están realizando a los rastros genéticos recolectados por los efectivos de la Policía Científica el viernes 19, minutos después de que Paola fuera encontrada sin vida en el interior del local donde vendía ropa femenina.
“Tenía un novio”
Paola había estado casada, pero antes de mudarse desde Buenos Aires a Junín había cortado esa relación y en apariencia no había formado un vínculo estable.
Sin embargo, una amiga íntima le confesó a este diario que Tomé sí había restablecido un vínculo amoroso sólido con un hombre unos años menor que ella, novio al que no había presentado a sus familiares. “Ella era una chica muy pretendida, y si bien estando sola pudo haber tenido alguna relación casual, en el último tiempo se la veía enamorada”, agregó.
Ese testimonio fue sumado a la causa y la fiscal citó a declarar al muchacho que había logrado ganarse el corazón de la comerciante, que en medio del abatimiento no proporcionó detalles de peso. De todas formas, para la fiscal, ese individuo no da con el perfil de un criminal.
“Ella (por Lisazo) cree que se trató de alguien que actuó despechado. No es su única teoría y no descarta nada, pero sí su principal hipótesis”, dijo otro de los funcionarios judiciales consultados.
Hay una imagen de Paola, sí, que fue tomada por las cámaras de videovigilancia del gobierno local, donde se la ve caminando por Roque Sáenz Peña, pero está “sola”, confió la fuente a este diario, y, por ende, no sirve de mucho para el esclarecimiento del hecho de sangre.
Las cámaras del Municipio no apuntan a la escena del crimen y la del local de al lado tenía el reflejo del sol y no aportó elementos de prueba a la causa, lamentó el funcionario, muy cercano a la investigación.
Los pesquisas trabajan, con todo, sobre dos líneas: la reconstrucción de las “relaciones”
de la propietaria del comercio “Rowena”, y las últimas conversaciones telefónicas.
(Fuente: Diario Democracia)