Un fenómeno que se viene repitiendo desde hace tiempo y que a pesar de los operativos realizados por parte de Inspección General y policía, no se ha frenado sino que parece no detenerse, son la organización de las fiestas en quintas los fines de semana.
Convocadas y promocionadas por las redes sociales, principalmente Facebook, los organizadores informan de la realización de las mismas cada fin de semana y este no fue la excepción.
Este tipo de eventos se recrudeció por las fiestas de fin de año pero se han continuado durante enero. Pero lo más preocupante del caso es que quienes más concurren a ese tipo de reuniones –de por sí prohibidas por carecer de habilitación los lugares que ofician de escenario- son menores de 18 y que establecer contacto con bebidas alcohólicas les resulta más fácil. Sólo tienen que pagar una módica suma por la entrada y de ahí en más cada uno vive la noche a su manera, con un denominador común asegurado: un vaso de cerveza, fernet o vino espumante.
La titular de Inspección General de la Municipalidad de Junín, Graciela Barco -en declaraciones realizadas al diario La Verda días pasados- dijo que “respecto de las fiestas privadas es mucho el trabajo que hay y también la tarea de investigación previa, estamos poniendo mucha garra de cara a este 2014. Este tema es de gran preocupación para muchos vecinos. Si no podemos comprobar la venta de entradas o de alcohol, sólo disponemos que los vecinos nos llamen por ruidos molestos y así poder hacer la infracción al propietario de la vivienda o al organizador de la fiesta. Igualmente llevamos más de 50 fiestas suspendidas”.
En cuanto a las bebidas alcohólicas y a la requisa de los comercios que venden alimentos, y pueden estar en mal estado, expresó que “estamos trabajando y hemos hecho decomiso de mercadería en mal estado en varios comercios. También estamos pendientes de aquellos que venden alcohol fuera de horario y a menores y haciendo controles de nocturnidad”.
Convocadas y promocionadas por las redes sociales, principalmente Facebook, los organizadores informan de la realización de las mismas cada fin de semana y este no fue la excepción.
Este tipo de eventos se recrudeció por las fiestas de fin de año pero se han continuado durante enero. Pero lo más preocupante del caso es que quienes más concurren a ese tipo de reuniones –de por sí prohibidas por carecer de habilitación los lugares que ofician de escenario- son menores de 18 y que establecer contacto con bebidas alcohólicas les resulta más fácil. Sólo tienen que pagar una módica suma por la entrada y de ahí en más cada uno vive la noche a su manera, con un denominador común asegurado: un vaso de cerveza, fernet o vino espumante.
La titular de Inspección General de la Municipalidad de Junín, Graciela Barco -en declaraciones realizadas al diario La Verda días pasados- dijo que “respecto de las fiestas privadas es mucho el trabajo que hay y también la tarea de investigación previa, estamos poniendo mucha garra de cara a este 2014. Este tema es de gran preocupación para muchos vecinos. Si no podemos comprobar la venta de entradas o de alcohol, sólo disponemos que los vecinos nos llamen por ruidos molestos y así poder hacer la infracción al propietario de la vivienda o al organizador de la fiesta. Igualmente llevamos más de 50 fiestas suspendidas”.
En cuanto a las bebidas alcohólicas y a la requisa de los comercios que venden alimentos, y pueden estar en mal estado, expresó que “estamos trabajando y hemos hecho decomiso de mercadería en mal estado en varios comercios. También estamos pendientes de aquellos que venden alcohol fuera de horario y a menores y haciendo controles de nocturnidad”.