Un joven se quitó la vida ahorcándose en una vivienda del barrio Cadal de la ciudad de Lincoln. La víctima fue identificada por la policía como Luciano Canciello, de tan sólo 18 años de edad. Pasó por las files del Club Atlético El Linqueño, Cavul y fue convocado para integrar la selección de Junín. Su último equipo fue Sportivo Pilar.
El hecho ocurrió en la noche del sábado, en una casa ubicada en calle Los Jacarandaes 21 del barrio Cadal. Según trascendió de fuentes de la investigación, un familiar cercano encontró el cuerpo del joven en el domicilio de su madre. “Lo hallaron colgado de una soga en una de las habitaciones del inmueble”, indicaron las mismas fuentes.
En el lugar estuvieron efectivos de la comisaría de Lincoln y personal de la Ayudantía Fiscal de Lincoln, que realizaron las pericias de rigor.
Más tarde, el cuerpo del chico fue trasladado hasta el Hospital Municipal “Dr. Rubén O. Miravalle”, donde -en horas de la mañana de ayer- le practicaron la operación de autopsia.
En la tarde de ayer, en tanto, los restos de Canciello fueron sepultados en el cementerio Sendero de Paz.
Por este hecho se abrió una Investigación Penal Preparatoria, caratulada como “Averiguación causales de muerte”, en la que tomó intervención la agente fiscal Vanina Lisazo de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 6 del Departamento Judicial de Junín.
CARRERA
Pese a su corta edad, Luciano era muy conocido en el ambiente del básquet, deporte que había empezado a practicar en el año 2004 en el Club Atlético El Linqueño.
Luego pasó a Cavul, equipo en el que hizo las divisiones inferiores. Sus buenas actuaciones lo llevaron a ser convocado para integrar la selección de Junín.
En 2010 debutó en primera división, integrando los planteles del equipo de avenida Alem que jugaron el torneo de la Asociación Juninense de Básquetbol y el Provincial de Clubes. A fines de ese año regresó al CAEL- estuvo las temporadas 2011 y 2012- y luego volvió otra vez a Cavul.
Su último equipo fue Sportivo Pilar, de esa ciudad, lugar en el que se había radicado, junto a un familiar.
“Era un chico bárbaro y solidario con los compañeros. Un pibe muy agradable y al que le gustaba mucho el básquetbol. No era de hablar mucho, pero era buenísimo y muy responsable”, contó Eduardo “Papón” Freston, uno de los entrenadores que tuvo a lo largo de su carrera.
(Fuente: La Posta del Noroeste.com)
El hecho ocurrió en la noche del sábado, en una casa ubicada en calle Los Jacarandaes 21 del barrio Cadal. Según trascendió de fuentes de la investigación, un familiar cercano encontró el cuerpo del joven en el domicilio de su madre. “Lo hallaron colgado de una soga en una de las habitaciones del inmueble”, indicaron las mismas fuentes.
En el lugar estuvieron efectivos de la comisaría de Lincoln y personal de la Ayudantía Fiscal de Lincoln, que realizaron las pericias de rigor.
Más tarde, el cuerpo del chico fue trasladado hasta el Hospital Municipal “Dr. Rubén O. Miravalle”, donde -en horas de la mañana de ayer- le practicaron la operación de autopsia.
En la tarde de ayer, en tanto, los restos de Canciello fueron sepultados en el cementerio Sendero de Paz.
Por este hecho se abrió una Investigación Penal Preparatoria, caratulada como “Averiguación causales de muerte”, en la que tomó intervención la agente fiscal Vanina Lisazo de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 6 del Departamento Judicial de Junín.
CARRERA
Pese a su corta edad, Luciano era muy conocido en el ambiente del básquet, deporte que había empezado a practicar en el año 2004 en el Club Atlético El Linqueño.
Luego pasó a Cavul, equipo en el que hizo las divisiones inferiores. Sus buenas actuaciones lo llevaron a ser convocado para integrar la selección de Junín.
En 2010 debutó en primera división, integrando los planteles del equipo de avenida Alem que jugaron el torneo de la Asociación Juninense de Básquetbol y el Provincial de Clubes. A fines de ese año regresó al CAEL- estuvo las temporadas 2011 y 2012- y luego volvió otra vez a Cavul.
Su último equipo fue Sportivo Pilar, de esa ciudad, lugar en el que se había radicado, junto a un familiar.
“Era un chico bárbaro y solidario con los compañeros. Un pibe muy agradable y al que le gustaba mucho el básquetbol. No era de hablar mucho, pero era buenísimo y muy responsable”, contó Eduardo “Papón” Freston, uno de los entrenadores que tuvo a lo largo de su carrera.
(Fuente: La Posta del Noroeste.com)