Afirmó que “poner en mano de los intendentes una fuerza policial, nos deja a la ciudadanía en general y a la clase política opositora, inermes totalmente, porque no sabemos cómo será la elección de los comisarios que van a responder al poder local”.
El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, anunció que enviará a la Legislatura el proyecto de Ley que habilita la creación de la Policía local, una fuerza comunal dirigida por los intendentes y financiada íntegramente por la Provincia. Al presentar la iniciativa, Scioli indicó que “su función exclusiva será la de realizar patrullajes para prevenir el delito, respondiendo a una planificación territorial que estará determinada por cada intendente, quien será el encargado de nombrar al jefe de Policía local”.
El ex concejal Adrián Feldman, en diálogo con LA VERDAD, señaló –a título personal- que “el radicalismo y sus aliados de la Coalición Cívica, el socialismo y el GEN están absolutamente en contra de la creación de una policía comunal”.
“El tema policial es realmente muy serio”
“La policía bonaerense –agregó- a lo largo de la historia le ha generado graves problemas a la provincia de Buenos Aires. En algunos casos por una injerencia de tipo político que se incrementó en forma dramática durante la dictadura militar y después por problemas puntuales de corrupción de sectores de la fuerza con distinto tipo de delitos según la época que hablemos. En los ´50 fue la prostitución y el juego, en los ´90 los desarmaderos de autos y a partir de allí el narcotráfico ha generado problemas importantes a la gobernabilidad de la provincia de Buenos Aires”.
“Tal es así que durante el gobierno de Duhalde y luego del asesinato de José Luis Cabezas, llegó al ministerio el doctor Arslanian, generando todo un cambio en la policía, creándose las Policías 1 y 2, hubo cambios de escalafones, provocando un verdadero caos que a su vez trajo aparejado una “industria del juicio” producto de la mala liquidación de sueldos, con megacausas en la Corte de la Provincia que fueron perdidas por el estado bonaerense”, contó Feldman en diálogo con este diario.
“El tema policial es realmente muy serio. Debe estar bajo un comando civil pero unificado, porque si a esta disgregación que estamos sufriendo, se suman las policías comunales porque la Policía Bonaerense no va a desaparecer, no vamos a saber quién está a cargo del control de la calle”, expresó.
Sostuvo que “los dos peronismos: el Frente para la Victoria y el Frente Renovador apoyan esta idea pero a nosotros nos parece absolutamente dislocada” a la vez que consideró que “poner en mano de los intendentes, además de todo lo que tienen, una fuerza policial nos deja a la ciudadanía en general y a la clase política opositora, inermes totalmente, porque no sabemos cómo será la elección de los comisarios que van a responder al poder local de un intendente”.
A la vez manifestó que “una gran idea como era la Policía Judicial, que tiene éxito en países centrales como Estados Unidos o Francia, no se habló más”.
“La policía bonaerense, bien formada, bien dirigida y con los medios aportados por el gobierno provincial, es la herramienta correcta para combatir el delito en la provincia de Buenos Aires. Comparto totalmente de los presidentes de bloques de diputados y senadores radicales porque me trae recuerdos de las series norteamericanas donde un alcalde junto con el comisario, son los dueños del pueblo. Creo que nos enfrentamos a una situación muy peligrosa”, señaló.
“El tema seguridad es muy delicado y para expertos”, insistió Feldman quien expresó que “aunque en minoría, cuando el tema pase a votación, los legisladores radicales y del Frente Cívico y Social, se van a oponer a la creación de esta policía”.
El proyecto de Scioli
Fuentes legislativas indicaron que el proyecto será ingresado después del 5 de marzo, cuando Scioli dé el tradicional discurso de inauguración del año legislativo.
El proyecto de ley dispone la creación, en una primera etapa, de 15 mil efectivos locales repartidos entre las localidades de más de 70 mil habitantes que adhieran a la norma.
La nueva iniciativa es diferente a la que el Ejecutivo había elevado en 2012: tal como reclamaba el Frente Renovador, la nueva fuerza tendrá “dependencia orgánica, funcional y operativa” del Ejecutivo local, que establecerá las directivas generales y también tendrá a su cargo la definición de los ascensos del personal.
En tanto, la financiación y el pago de salarios estarán a cargo de la Provincia, que creará a tal fin el Fondo para el Fortalecimiento de las Policías Locales. Los montos remitidos corresponderán al salario de un oficial de policía, incluyendo aportes y contribuciones, más el 20% para cubrir gastos de funcionamiento. Y se distribuirán a través de una doble variable: un 53,33% en partes iguales para todas las comunas que adhieran a la ley, y el porcentaje restante de acuerdo a la población de cada municipio.
Para contar con la fuerza, los municipios de más de 70 mil habitantes podrán adherir a la ley a través de una ordenanza del Concejo Deliberante, que autoriza a la Comuna a firmar un Convenio Específico de Conformación y Cooperación con el ministerio de Seguridad. En tanto, el proyecto también dispone que aquellos que no superen la cantidad de habitantes podrán solicitar la incorporación al régimen.
La fuerza local deberá resguardar la “seguridad preventiva local” dentro del municipio, y su personal no podrá ejecutar tareas administrativas, realizar tareas de inteligencia o de investigación criminal, ni dar custodia a edificios o personas que no pertenezcan a la jurisdicción local. Tampoco podrán participar de “actividades políticas o sociales” en la localidad ni intervenir en investigaciones criminales y operaciones especiales.
Para el primer año de funcionamiento se dispondrá de 15 mil policías, quienes serán formados en un Instituto Provincial de Policías Locales a través de un curso de 6 meses de duración como mínimo, sumado a un período de práctica profesional. Todos los miembros de la fuerza deberán tener domicilio fijo en la localidad, y el intendente podrá convocar a policías retirados para que se incorporen al servicio.
Para coordinar la labor de las policías locales, que a partir de la aprobación de la ley son autónomas, el Gobierno bonaerense deberá crear el Consejo Provincial de Coordinación de las Policías Locales, presidido por el Ministro de Seguridad.
En tanto, en los municipios se establecerá una Mesa de Coordinación Operativa Local, presidida por el intendente, quien será el máximo responsable de la fuerza a través de un Jefe de Policía Local designado por él, con acuerdo del Concejo Deliberante.
Los municipios, en tanto, podrán solicitar a la Provincia el refuerzo o asistencia de la Policía Bonaerense para casos especiales, mientras que el Ejecutivo podrá intervenir la fuerza local “en circunstancias excepcionales de gravedad institucional, desórdenes administrativos y/o financieros comprobados”. Cuando un hecho policial abarque más de un distrito, el Gobierno nombrará a un jefe de la Bonaerense para que coordine a las diferentes fuerzas locales.
El ex concejal Adrián Feldman, en diálogo con LA VERDAD, señaló –a título personal- que “el radicalismo y sus aliados de la Coalición Cívica, el socialismo y el GEN están absolutamente en contra de la creación de una policía comunal”.
“El tema policial es realmente muy serio”
“La policía bonaerense –agregó- a lo largo de la historia le ha generado graves problemas a la provincia de Buenos Aires. En algunos casos por una injerencia de tipo político que se incrementó en forma dramática durante la dictadura militar y después por problemas puntuales de corrupción de sectores de la fuerza con distinto tipo de delitos según la época que hablemos. En los ´50 fue la prostitución y el juego, en los ´90 los desarmaderos de autos y a partir de allí el narcotráfico ha generado problemas importantes a la gobernabilidad de la provincia de Buenos Aires”.
“Tal es así que durante el gobierno de Duhalde y luego del asesinato de José Luis Cabezas, llegó al ministerio el doctor Arslanian, generando todo un cambio en la policía, creándose las Policías 1 y 2, hubo cambios de escalafones, provocando un verdadero caos que a su vez trajo aparejado una “industria del juicio” producto de la mala liquidación de sueldos, con megacausas en la Corte de la Provincia que fueron perdidas por el estado bonaerense”, contó Feldman en diálogo con este diario.
“El tema policial es realmente muy serio. Debe estar bajo un comando civil pero unificado, porque si a esta disgregación que estamos sufriendo, se suman las policías comunales porque la Policía Bonaerense no va a desaparecer, no vamos a saber quién está a cargo del control de la calle”, expresó.
Sostuvo que “los dos peronismos: el Frente para la Victoria y el Frente Renovador apoyan esta idea pero a nosotros nos parece absolutamente dislocada” a la vez que consideró que “poner en mano de los intendentes, además de todo lo que tienen, una fuerza policial nos deja a la ciudadanía en general y a la clase política opositora, inermes totalmente, porque no sabemos cómo será la elección de los comisarios que van a responder al poder local de un intendente”.
A la vez manifestó que “una gran idea como era la Policía Judicial, que tiene éxito en países centrales como Estados Unidos o Francia, no se habló más”.
“La policía bonaerense, bien formada, bien dirigida y con los medios aportados por el gobierno provincial, es la herramienta correcta para combatir el delito en la provincia de Buenos Aires. Comparto totalmente de los presidentes de bloques de diputados y senadores radicales porque me trae recuerdos de las series norteamericanas donde un alcalde junto con el comisario, son los dueños del pueblo. Creo que nos enfrentamos a una situación muy peligrosa”, señaló.
“El tema seguridad es muy delicado y para expertos”, insistió Feldman quien expresó que “aunque en minoría, cuando el tema pase a votación, los legisladores radicales y del Frente Cívico y Social, se van a oponer a la creación de esta policía”.
El proyecto de Scioli
Fuentes legislativas indicaron que el proyecto será ingresado después del 5 de marzo, cuando Scioli dé el tradicional discurso de inauguración del año legislativo.
El proyecto de ley dispone la creación, en una primera etapa, de 15 mil efectivos locales repartidos entre las localidades de más de 70 mil habitantes que adhieran a la norma.
La nueva iniciativa es diferente a la que el Ejecutivo había elevado en 2012: tal como reclamaba el Frente Renovador, la nueva fuerza tendrá “dependencia orgánica, funcional y operativa” del Ejecutivo local, que establecerá las directivas generales y también tendrá a su cargo la definición de los ascensos del personal.
En tanto, la financiación y el pago de salarios estarán a cargo de la Provincia, que creará a tal fin el Fondo para el Fortalecimiento de las Policías Locales. Los montos remitidos corresponderán al salario de un oficial de policía, incluyendo aportes y contribuciones, más el 20% para cubrir gastos de funcionamiento. Y se distribuirán a través de una doble variable: un 53,33% en partes iguales para todas las comunas que adhieran a la ley, y el porcentaje restante de acuerdo a la población de cada municipio.
Para contar con la fuerza, los municipios de más de 70 mil habitantes podrán adherir a la ley a través de una ordenanza del Concejo Deliberante, que autoriza a la Comuna a firmar un Convenio Específico de Conformación y Cooperación con el ministerio de Seguridad. En tanto, el proyecto también dispone que aquellos que no superen la cantidad de habitantes podrán solicitar la incorporación al régimen.
La fuerza local deberá resguardar la “seguridad preventiva local” dentro del municipio, y su personal no podrá ejecutar tareas administrativas, realizar tareas de inteligencia o de investigación criminal, ni dar custodia a edificios o personas que no pertenezcan a la jurisdicción local. Tampoco podrán participar de “actividades políticas o sociales” en la localidad ni intervenir en investigaciones criminales y operaciones especiales.
Para el primer año de funcionamiento se dispondrá de 15 mil policías, quienes serán formados en un Instituto Provincial de Policías Locales a través de un curso de 6 meses de duración como mínimo, sumado a un período de práctica profesional. Todos los miembros de la fuerza deberán tener domicilio fijo en la localidad, y el intendente podrá convocar a policías retirados para que se incorporen al servicio.
Para coordinar la labor de las policías locales, que a partir de la aprobación de la ley son autónomas, el Gobierno bonaerense deberá crear el Consejo Provincial de Coordinación de las Policías Locales, presidido por el Ministro de Seguridad.
En tanto, en los municipios se establecerá una Mesa de Coordinación Operativa Local, presidida por el intendente, quien será el máximo responsable de la fuerza a través de un Jefe de Policía Local designado por él, con acuerdo del Concejo Deliberante.
Los municipios, en tanto, podrán solicitar a la Provincia el refuerzo o asistencia de la Policía Bonaerense para casos especiales, mientras que el Ejecutivo podrá intervenir la fuerza local “en circunstancias excepcionales de gravedad institucional, desórdenes administrativos y/o financieros comprobados”. Cuando un hecho policial abarque más de un distrito, el Gobierno nombrará a un jefe de la Bonaerense para que coordine a las diferentes fuerzas locales.