Mónica Landete arribó a sus cien años. Rodeada del cariño de los suyos, fue rememorando tanto el pasado familiar como el de la ciudad que en aquel tiempo era pueblo y se iba transformando para un promisorio futuro.
Escribe Roberto Torres
Redacción de LA VERDAD
Historias de miles de personajes, paisajes que ya no existen y otros que se fueron transformando, van desfilando por las memorias de Mónica Landete. Nacida en 1914 cumplió en esta semana 100 años de vida. Su papá, Francisco y su mamá Leonor llegaron de España y se radicaron en estas tierras. “Mi mamá era una risa y mi papá un poco más serio” recuerda así a sus padres. La familia se completaba con cuatro hermanas.
“Fui a la escuela de doña Benita”, así recuerda al lugar donde cursó sus estudios primarios y que estaba ubicada por la aquel tiempo denominada avenida Larrory, hoy calle Alberdi, pasando el lugar donde actualmente se encuentra la clínica La Pequeña Familia.
Su papá estaba dedicado a las tareas rurales en una finca que tenía en las inmediaciones del lugar antes mencionado. Mónica se dedicaba a tareas de costura y colaboraba en los trabajos de quinta. Recuerda las plantas de durazno y las cinco de nuez que engalanaban el predio donde ella transcurrió su infancia y adolescencia y entre las memorias que va plasmando sobre la mesa durante el diálogo con LA VERDAD recuerda cuando construyeron la ruta nacional 188 que “cruzaba los campos y las casas se las llevó el camino, porque era muy ancho”, rememora.
Se casó a los 20 años con Domingo Savoia con quien tuvo dos hijos: “Primero vino el Coco, Domingo al igual que el papá y diez años después nació Oscar Abel, el segundo”, contó. Actualmente se suman a su grupo familiar cuatro nietas y tres bisnietas.
Conoció a personajes históricos como el doctor Benito de Miguel y recuerda otros hechos significativos como la muerte de Carlos Gardel en 1935 (se acuerda el día exacto en que ocurrió la tragedia aérea en Medellín: el 24 de junio) –el mismo año que falleció su mamá-, la construcción de la avenida San Martín. La aparición de la radio (“Iba a lo de Mango –un vecino- a escuchar las novelas por la radio y después venían los actores a Junín, pero ya no era tan lindo como escucharlos en la radio”, recuerda), la llegada de la televisión, primero en blanco y negro y después en color. Todo esto es contado por Mónica y recordado con gran detalle.
El sábado 15 se reunió toda la familia –algunos llegaron hasta desde San Rafael, Mendoza- y los amigos más cercanos rodeando a Mónica de todo el cariño y la felicidad plena. El mejor momento compartido junto a todos ellos en este camino de un siglo de vida.
El Junín de hace cien años
-Era intendente el doctor Benito de Miguel.
-La ciudad se estremecía al estallar el 28 de julio de 1914 la Primera Guerra Mundial.
-El 12 de agosto de 1914, la vieja calle Mendoza –donde dos años atrás se había derribado el muro del Ferrocarril Central Argentino- cambió su nombre pasando a llamarse Roque Sáenz Peña y a partir de allí comenzó el desarrollo de la calle que pasó a ser la principal arteria comercial juninense.
-Se estaba construyendo el Canal del Norte. Iba a unir las lagunas de Mar Chiquita con el canal Salto-Baradero pasando por Colón, Rojas y San Pedro. El destino final sería la costa bonaerense del río Paraná. La obra, luego de un tiempo, se abandonó.
-Calle España era considerado el centro del barrio “Pueblo Nuevo”.
-El teléfono funcionaba bastante en 1914. Junín se comunicaba ya con la extensa red de la empresa especialmente con Capital Federal. En razón de activas negociaciones de cereales, en esa época la ciudad era considerada como uno de los principales centros de acopio que abarcaba una amplia zona.
-El correo de la ciudad, que en 1914 estuvo instalado en la esquina de Bartolomé Mitre y Mayor López, estaba a cargo ese año del señor Arturo Lezcano a quien secundaba como auxiliar el joven Jerónimo Melo mientras que la jefatura del Telegráfo de la provincia la ejercía don Cayetano Orsoli.
-En 1914 la ciudad contaba con los siguientes diarios y periódicos: "El Heraldo" (radical), "El Mentor" (conservador), "El Monitor" (independiente), "El Municipio" y "La Censura".
-En 1914 las panaderías que funcionaban en la ciudad pertenecían a las firmas Pedro Bonavía, Carballal y Torres, Manuel Ledo, Marcelino Villalba, Juan Ceigo, Rodolfo Riboldi, Luis Nobo, José Freire, Esteban Negri, R. Barzola, Manuel Bermudez, Alvarez y Sposito y Aguiar y Leal.
Escribe Roberto Torres
Redacción de LA VERDAD
Historias de miles de personajes, paisajes que ya no existen y otros que se fueron transformando, van desfilando por las memorias de Mónica Landete. Nacida en 1914 cumplió en esta semana 100 años de vida. Su papá, Francisco y su mamá Leonor llegaron de España y se radicaron en estas tierras. “Mi mamá era una risa y mi papá un poco más serio” recuerda así a sus padres. La familia se completaba con cuatro hermanas.
Mónica, una privilegiada testigo del crecimiento de Junín, el día de su cumpleaños número cien: el jueves 13 de febrero. |
Su papá estaba dedicado a las tareas rurales en una finca que tenía en las inmediaciones del lugar antes mencionado. Mónica se dedicaba a tareas de costura y colaboraba en los trabajos de quinta. Recuerda las plantas de durazno y las cinco de nuez que engalanaban el predio donde ella transcurrió su infancia y adolescencia y entre las memorias que va plasmando sobre la mesa durante el diálogo con LA VERDAD recuerda cuando construyeron la ruta nacional 188 que “cruzaba los campos y las casas se las llevó el camino, porque era muy ancho”, rememora.
Se casó a los 20 años con Domingo Savoia con quien tuvo dos hijos: “Primero vino el Coco, Domingo al igual que el papá y diez años después nació Oscar Abel, el segundo”, contó. Actualmente se suman a su grupo familiar cuatro nietas y tres bisnietas.
Conoció a personajes históricos como el doctor Benito de Miguel y recuerda otros hechos significativos como la muerte de Carlos Gardel en 1935 (se acuerda el día exacto en que ocurrió la tragedia aérea en Medellín: el 24 de junio) –el mismo año que falleció su mamá-, la construcción de la avenida San Martín. La aparición de la radio (“Iba a lo de Mango –un vecino- a escuchar las novelas por la radio y después venían los actores a Junín, pero ya no era tan lindo como escucharlos en la radio”, recuerda), la llegada de la televisión, primero en blanco y negro y después en color. Todo esto es contado por Mónica y recordado con gran detalle.
El sábado 15 se reunió toda la familia –algunos llegaron hasta desde San Rafael, Mendoza- y los amigos más cercanos rodeando a Mónica de todo el cariño y la felicidad plena. El mejor momento compartido junto a todos ellos en este camino de un siglo de vida.
El Junín de hace cien años
-Era intendente el doctor Benito de Miguel.
-La ciudad se estremecía al estallar el 28 de julio de 1914 la Primera Guerra Mundial.
-El 12 de agosto de 1914, la vieja calle Mendoza –donde dos años atrás se había derribado el muro del Ferrocarril Central Argentino- cambió su nombre pasando a llamarse Roque Sáenz Peña y a partir de allí comenzó el desarrollo de la calle que pasó a ser la principal arteria comercial juninense.
-Se estaba construyendo el Canal del Norte. Iba a unir las lagunas de Mar Chiquita con el canal Salto-Baradero pasando por Colón, Rojas y San Pedro. El destino final sería la costa bonaerense del río Paraná. La obra, luego de un tiempo, se abandonó.
-Calle España era considerado el centro del barrio “Pueblo Nuevo”.
-El teléfono funcionaba bastante en 1914. Junín se comunicaba ya con la extensa red de la empresa especialmente con Capital Federal. En razón de activas negociaciones de cereales, en esa época la ciudad era considerada como uno de los principales centros de acopio que abarcaba una amplia zona.
-El correo de la ciudad, que en 1914 estuvo instalado en la esquina de Bartolomé Mitre y Mayor López, estaba a cargo ese año del señor Arturo Lezcano a quien secundaba como auxiliar el joven Jerónimo Melo mientras que la jefatura del Telegráfo de la provincia la ejercía don Cayetano Orsoli.
-En 1914 la ciudad contaba con los siguientes diarios y periódicos: "El Heraldo" (radical), "El Mentor" (conservador), "El Monitor" (independiente), "El Municipio" y "La Censura".
-En 1914 las panaderías que funcionaban en la ciudad pertenecían a las firmas Pedro Bonavía, Carballal y Torres, Manuel Ledo, Marcelino Villalba, Juan Ceigo, Rodolfo Riboldi, Luis Nobo, José Freire, Esteban Negri, R. Barzola, Manuel Bermudez, Alvarez y Sposito y Aguiar y Leal.