Coraje desde el dolor: “El brazo ejecutor fue Recalde, pero atrás hay muchos que deben dar explicaciones”, dijo la madre de Paola Tomé
Escribe Roberto Torres
Redacción de LA VERDAD
“Mi hija no hubiese muerto si los fiscales, jueces y todos los que intervinieron en los casos anteriores, hubieran tomado las cosas con seriedad”, afirmó contundentemente. El sufrimiento de una familia que lucha por una justicia total y completa por la memoria de su hija. Una lucha que es compartida por una sociedad que desea mayor seguridad y respuestas positivas y concretas.
Olga y Néstor Tomé, abrieron las puertas de su hogar a LA VERDAD. Mostrando un coraje y una determinación fueron abriéndose al diálogo de una manera asombrosa. Su fuerza y entereza contagia y definitivamente convierte a su causa en la causa de una sociedad que desea volver a sentirse segura y a confiar en sus instituciones, principalmente en la Justicia, órgano básico y esencial para garantizar una convivencia en paz y orden.
En el inicio, Olga Rochetti –mamá de Paola Tomé- dejó en claro su total apoyo a la tarea de la fiscal Vanina Lisazo: “Desde un primer momento nos dimos cuenta que trabajaba a fondo y muy bien. Nos sentimos protegidos, contenidos. Lo mismo que con nuestros abogados, los doctores Torrens y Mastropiero. Nosotros no dudamos en la culpabilidad de Recalde”.
Y esa certeza es aportada por varios elementos: pruebas de ADN y las marcas de las zapatillas encontradas, entre otros elementos.
Pero lo que más duele y cala muy profundo, desde lo humano, es la frase que, sin estremecerse ni dudar, expresa Olga: “Mi hija no hubiese muerto si los fiscales, jueces y todos los que intervinieron en los casos anteriores, hubieran tomado las cosas con seriedad, hubieses comprobado quien era esta persona y la hubieran detenido. Si eso se hubiera dado, mi hija estaría viva. Cómo puede ser que esta persona con esos antecedentes, con todos los casos que andaban rondando, estuviera libre, caminando entre nosotros”, y esa es la pregunta, que se hace Olga y que nos hacemos todos, pero que no encuentra respuesta, por lo menos aún.
Y la mamá de Paola plantea otro interrogante que queda suspendido en el aire: “Porqué en una ciudad donde no llegamos a los cien mil habitantes, se conoce la vida social, sucede esto”.
Jury de enjuicimiento: Un coraje cívico
Como anticipó en forma exclusiva LA VERDAD a través de una nota publicada por nuestro director, Omar Bello, el miércoles 26 de febrero, un alto funcionario municipal ligado al área de seguridad se presentó en el Colegio de Abogados con la intención de que el mismo resuelva sobre la viabilidad de llevar adelante un Jury de enjuiciamiento por una causa en la que se involucra a María José, de 26 años quien habría sido atada y torturada junto a su madre por Rubén Recalde (el supuesto asesino serial de Sandra Colo y Paola Tomé), y cuya denuncia habría terminado archivada en apenas ocho días (24/06/13).
El director de este diario indica que “la denuncia se realizó el 16/04/13. Poco después (20/04/13), la víctima habría reconocido a Recalde por foto. ¿Qué ocurrió en el medio del proceso?: No existiría presencia de la policía científica en la escena del crimen, la denunciante aseguraría no haber tenido contacto alguno con el fiscal, no existirían pruebas de que se haya realizado investigación alguna. ¿Quiénes son los responsables que estarían en esa denuncia que hoy trata el Colegio? Nada más y nada menos que dos figuras claves del Poder Judicial local: El Fiscal General Juan Manuel Mastrorilli y quien intervino en la causa (el fiscal Ángel Quidiello)”.
Olga no dudó en decir que esta presentación encierra “un coraje cívico impresionante” de parte del doctor Andrés Rosa -director de Asistencia a la Víctima y quien efectuó la presentación- y su esposo Néstor acotó: “Rosa se jugó en esto” pero también coincidió con el director de LA VERDAD en la nota del miércoles pasado: “Habrá que ver qué pasa en el Colegio de Abogados” porque “la “familia judicial” pesa mucho”, acotó la mamá de Paola.
“Nosotros –agregó- ya estábamos pensando en esto pero Rosa se nos adelantó. Nosotros estamos averiguando con abogados de Buenos Aires”. La intención de la familia es avanzar sobre este proceso de jury una vez que concluya todo lo relacionado con el homicidio de su hija.
“El brazo ejecutor fue este hombre pero atrás hay muchos que deben dar explicaciones sobre porqué sucedió esto y no solamente por este hecho puntual, sino también por un juicio abreviado que se le hizo a pesar de todos los antecedentes que tenía. A pesar de todo salió enseguida a la calle”. Néstor Tomé los llamó “cuidaquintas” a estos funcionarios judiciales.
“No hay crímenes perfectos, hay malas investigaciones”, agregaron contundentemente.
Para que haya una justicia completa para Paola no solamente debe ser condenado Rubén Recalde –sobre quien también se lo investiga en el homicidio de Sandra Colo, donde interviene Quidiello-, también deben responder y explicar a la familia Tomé y a una sociedad que reclama seguridad todos aquellos funcionarios judiciales que son “culpables indirectamente de lo sucedido”, como calificó Olga.
Y esto no solamente se exige por nosotros, por los habitantes actuales de esta querida ciudad de Junín, sino también por nuestros hijos.
Llegaron a Junín “buscando tranquilidad”
Olga Rochetti y Néstor Tomé son nativos de Junín. En esta ciudad se casaron pero luego, por motivos laborales, estuvieron en distintos lugares del país, radicándose posteriormente en Capital Federal, en el barrio de Devoto.
Cuando Néstor se jubila, la familia decide retornar a nuestra ciudad (“Buscando tranquilidad”, afirmaron). Junto a ellos también se muda una hija –el matrimonio tuvo tres hijos: dos mujeres (Lucrecia y Paola) y un varón (Ramiro), que reside en Tandil-, y un nietito.
Paola –quien era analista de sistemas- se suma a su familia en Junín hace tres años ya que en Capital Federal trabajó en LAPA, luego en LAPSA y LAN. Renuncia a esta última línea aérea y se fue a una empresa privada trabajando pero decide también trasladarse a Junín al quebrar esta firma para la cual trabajaba vía internet.
La menor de los hermanos Tomé decide instalar su negocio de calle General Paz y paralelamente trabajaba en su profesión, vía internet para otra empresa.
“Ni mi hija ni nadie merece esto” dijo Olga quien describió a su hija como “llena de proyectos. Estaba en un momento pleno de su vida: estaba contenta con el negocio, con su trabajo, seis días antes había escriturado unos terrenos que había comprado, tenía una vida tranquila”.
Un psicópata
Recalde, imputado del homicidio de Paola Tomé, efectuó una tarea de “inteligencia” previa y eso quedó demostrado, por ejemplo, en la memoria de una amiga de Paola quien reconoció en el sujeto cuando vio la foto que mostraban los medios, a un hombre que a fines de octubre, había entrado al local de calle General Paz preguntando el precio de algunas prendas.
“A ella le impactó el aspecto –contó Olga a este diario- y se lo comentó a Paola pero mi hija le respondió diciéndole que la había asustado porque se parecía a (Adalberto) Cuello”, el asesino del pequeño Tomás, un homicidio ocurrido en noviembre de 2011.
Recalde vestía el día de ese encuentro, zapatillas negras, jeans y una remera blanca.
A este sujeto se llega porque “cuando se dieron a conocer las circunstancias del crimen de mi hija –detalla la madre de Paola- se pone en contacto con el doctor Mastropiero, la chica que fue víctima del caso por el cual Recalde tuvo el juicio abreviado, quien le comenta lo sucedido. Ella se desmayó durante el ataque del hombre. La fiscal me dijo que este tipo de personas mata mirando a los ojos de la persona. El necesita ver que la víctima sufre, pero como esta chica se desmayó, él se fue, eso le salvó la vida”.
“Me espanta pensar en el momento en que mi hija vio esa cara, sintiendo que no tenía salvación, que nadie iba a estar allí para salvarla”, afirmó su mamá.
Redacción de LA VERDAD
“Mi hija no hubiese muerto si los fiscales, jueces y todos los que intervinieron en los casos anteriores, hubieran tomado las cosas con seriedad”, afirmó contundentemente. El sufrimiento de una familia que lucha por una justicia total y completa por la memoria de su hija. Una lucha que es compartida por una sociedad que desea mayor seguridad y respuestas positivas y concretas.
Olga y Néstor Tomé, abrieron las puertas de su hogar a LA VERDAD. Mostrando un coraje y una determinación fueron abriéndose al diálogo de una manera asombrosa. Su fuerza y entereza contagia y definitivamente convierte a su causa en la causa de una sociedad que desea volver a sentirse segura y a confiar en sus instituciones, principalmente en la Justicia, órgano básico y esencial para garantizar una convivencia en paz y orden.
En el inicio, Olga Rochetti –mamá de Paola Tomé- dejó en claro su total apoyo a la tarea de la fiscal Vanina Lisazo: “Desde un primer momento nos dimos cuenta que trabajaba a fondo y muy bien. Nos sentimos protegidos, contenidos. Lo mismo que con nuestros abogados, los doctores Torrens y Mastropiero. Nosotros no dudamos en la culpabilidad de Recalde”.
Y esa certeza es aportada por varios elementos: pruebas de ADN y las marcas de las zapatillas encontradas, entre otros elementos.
Pero lo que más duele y cala muy profundo, desde lo humano, es la frase que, sin estremecerse ni dudar, expresa Olga: “Mi hija no hubiese muerto si los fiscales, jueces y todos los que intervinieron en los casos anteriores, hubieran tomado las cosas con seriedad, hubieses comprobado quien era esta persona y la hubieran detenido. Si eso se hubiera dado, mi hija estaría viva. Cómo puede ser que esta persona con esos antecedentes, con todos los casos que andaban rondando, estuviera libre, caminando entre nosotros”, y esa es la pregunta, que se hace Olga y que nos hacemos todos, pero que no encuentra respuesta, por lo menos aún.
Y la mamá de Paola plantea otro interrogante que queda suspendido en el aire: “Porqué en una ciudad donde no llegamos a los cien mil habitantes, se conoce la vida social, sucede esto”.
Jury de enjuicimiento: Un coraje cívico
Como anticipó en forma exclusiva LA VERDAD a través de una nota publicada por nuestro director, Omar Bello, el miércoles 26 de febrero, un alto funcionario municipal ligado al área de seguridad se presentó en el Colegio de Abogados con la intención de que el mismo resuelva sobre la viabilidad de llevar adelante un Jury de enjuiciamiento por una causa en la que se involucra a María José, de 26 años quien habría sido atada y torturada junto a su madre por Rubén Recalde (el supuesto asesino serial de Sandra Colo y Paola Tomé), y cuya denuncia habría terminado archivada en apenas ocho días (24/06/13).
El director de este diario indica que “la denuncia se realizó el 16/04/13. Poco después (20/04/13), la víctima habría reconocido a Recalde por foto. ¿Qué ocurrió en el medio del proceso?: No existiría presencia de la policía científica en la escena del crimen, la denunciante aseguraría no haber tenido contacto alguno con el fiscal, no existirían pruebas de que se haya realizado investigación alguna. ¿Quiénes son los responsables que estarían en esa denuncia que hoy trata el Colegio? Nada más y nada menos que dos figuras claves del Poder Judicial local: El Fiscal General Juan Manuel Mastrorilli y quien intervino en la causa (el fiscal Ángel Quidiello)”.
Olga no dudó en decir que esta presentación encierra “un coraje cívico impresionante” de parte del doctor Andrés Rosa -director de Asistencia a la Víctima y quien efectuó la presentación- y su esposo Néstor acotó: “Rosa se jugó en esto” pero también coincidió con el director de LA VERDAD en la nota del miércoles pasado: “Habrá que ver qué pasa en el Colegio de Abogados” porque “la “familia judicial” pesa mucho”, acotó la mamá de Paola.
“Nosotros –agregó- ya estábamos pensando en esto pero Rosa se nos adelantó. Nosotros estamos averiguando con abogados de Buenos Aires”. La intención de la familia es avanzar sobre este proceso de jury una vez que concluya todo lo relacionado con el homicidio de su hija.
“El brazo ejecutor fue este hombre pero atrás hay muchos que deben dar explicaciones sobre porqué sucedió esto y no solamente por este hecho puntual, sino también por un juicio abreviado que se le hizo a pesar de todos los antecedentes que tenía. A pesar de todo salió enseguida a la calle”. Néstor Tomé los llamó “cuidaquintas” a estos funcionarios judiciales.
“No hay crímenes perfectos, hay malas investigaciones”, agregaron contundentemente.
Para que haya una justicia completa para Paola no solamente debe ser condenado Rubén Recalde –sobre quien también se lo investiga en el homicidio de Sandra Colo, donde interviene Quidiello-, también deben responder y explicar a la familia Tomé y a una sociedad que reclama seguridad todos aquellos funcionarios judiciales que son “culpables indirectamente de lo sucedido”, como calificó Olga.
Y esto no solamente se exige por nosotros, por los habitantes actuales de esta querida ciudad de Junín, sino también por nuestros hijos.
Llegaron a Junín “buscando tranquilidad”
Olga Rochetti y Néstor Tomé son nativos de Junín. En esta ciudad se casaron pero luego, por motivos laborales, estuvieron en distintos lugares del país, radicándose posteriormente en Capital Federal, en el barrio de Devoto.
Cuando Néstor se jubila, la familia decide retornar a nuestra ciudad (“Buscando tranquilidad”, afirmaron). Junto a ellos también se muda una hija –el matrimonio tuvo tres hijos: dos mujeres (Lucrecia y Paola) y un varón (Ramiro), que reside en Tandil-, y un nietito.
Paola –quien era analista de sistemas- se suma a su familia en Junín hace tres años ya que en Capital Federal trabajó en LAPA, luego en LAPSA y LAN. Renuncia a esta última línea aérea y se fue a una empresa privada trabajando pero decide también trasladarse a Junín al quebrar esta firma para la cual trabajaba vía internet.
La menor de los hermanos Tomé decide instalar su negocio de calle General Paz y paralelamente trabajaba en su profesión, vía internet para otra empresa.
“Ni mi hija ni nadie merece esto” dijo Olga quien describió a su hija como “llena de proyectos. Estaba en un momento pleno de su vida: estaba contenta con el negocio, con su trabajo, seis días antes había escriturado unos terrenos que había comprado, tenía una vida tranquila”.
Un psicópata
Recalde, imputado del homicidio de Paola Tomé, efectuó una tarea de “inteligencia” previa y eso quedó demostrado, por ejemplo, en la memoria de una amiga de Paola quien reconoció en el sujeto cuando vio la foto que mostraban los medios, a un hombre que a fines de octubre, había entrado al local de calle General Paz preguntando el precio de algunas prendas.
“A ella le impactó el aspecto –contó Olga a este diario- y se lo comentó a Paola pero mi hija le respondió diciéndole que la había asustado porque se parecía a (Adalberto) Cuello”, el asesino del pequeño Tomás, un homicidio ocurrido en noviembre de 2011.
Recalde vestía el día de ese encuentro, zapatillas negras, jeans y una remera blanca.
A este sujeto se llega porque “cuando se dieron a conocer las circunstancias del crimen de mi hija –detalla la madre de Paola- se pone en contacto con el doctor Mastropiero, la chica que fue víctima del caso por el cual Recalde tuvo el juicio abreviado, quien le comenta lo sucedido. Ella se desmayó durante el ataque del hombre. La fiscal me dijo que este tipo de personas mata mirando a los ojos de la persona. El necesita ver que la víctima sufre, pero como esta chica se desmayó, él se fue, eso le salvó la vida”.
“Me espanta pensar en el momento en que mi hija vio esa cara, sintiendo que no tenía salvación, que nadie iba a estar allí para salvarla”, afirmó su mamá.