Escribe Diputada Pcial. Valeria Arata
Hace 17 días que los alumnos de las escuelas públicas de la
provincia de Buenos Aires son víctimas de un conflicto entre el estado
provincial y los representantes gremiales de los trabajadores de la educación,
ya que, si bien las medidas de fuerza que llevan al paro docente fueron
consensuadas y respaldadas por las bases, sabemos que la situación actual del
salario y las condiciones laborales, son el resultado de años y años de
negociaciones que fueron en detrimento de los trabajadores.
Hoy nos encontramos con una provincia desfinanciada por la
mala administración y con docentes que exigen lo que es propio, un ingreso
digno que se ajuste a los niveles de inflación, para no seguir perdiendo poder
adquisitivo, y un ambiente laboral que garantice la excelencia en la educación
pública.
En este contexto, nos hallamos con docentes, alumnos y
padres como rehenes de un modelo económico, político y social, que es defendido
tanto por el ejecutivo provincial, como por las máximas autoridades gremiales.
Por un lado, un gobernador que dice que el dinero no le alcanza pero, no exige
al Estado Nacional, lo que le pertenece a los bonaerenses. Y por otro lado,
Baradel, representante de SUTEBA, que se sienta en el circo oficialista de 678 como
si la provincia de Buenos Aires sería un estado de otro país, reluciendo su
afinidad al gobierno que con su inacción deja a miles de niños sin clases.
Claro está, que esta puja de intereses se extiende mucho más
allá del comienzo del ciclo lectivo 2014, y tiene que ver con el final de un
período kirchnerista y su propia interna de cara a las elecciones
presidenciales del próximo año.
En relación a esto, sólo quiero dar un mensaje, señor
gobernador y dirigentes oficialistas, sus aspiraciones políticas y sus
ambiciones por permanecer en el poder, no pueden estar por encima de la
educación, el bienestar y el futuro de nuestros hijos.