La defensa pidió la absolución del principal imputado por el asesinato del joven boxeador Octavio Ponce. Se detuvo a un testigo por falso testimonio.
El juicio por el asesinato de Octavio Ponce (19) está llegando a su fin. Ayer, en la última audiencia antes de la sentencia, se escucharon los alegatos de las partes y tres testimonios centrales para la resolución del crimen. La fiscalía desistió la acusación contra Matías Alasia y pidió 28 años de presión para Hernán Reyes.
En una jornada marcada por los alegatos, el debate oral por el asesinato de Octavio Ponce llega a su momento más importante: conocer el veredicto de los jueces en relación a Hernán Reyes y Matías Alasia (su situación cambió ayer de manera rotunda).
Tras escuchar los últimos tres testimonios, uno de ellos (ver recuadro) terminó en un pequeño escándalo fuera del recinto.
El fiscal que heredó la causa cuando estaba todo finalizado (Isabel Carniel se excusó por razones de salud), Javier Ochoaizpuro desistió la acusación hacia Matías Alasia, a quien se lo señalaba como el conductor de la moto, desde la que Reyes efectuó los disparos.
Para el fiscal no hay pruebas que coloquen a Alasia en el lugar del crimen: los testimonios de Daiana Melo, la joven que acompañaba a Ponce el día del crimen, el de Rocío Rodríguez, ex pareja de Jesús Jaime, y sobre todo el de la tía del imputado, Juana Alasia, fueron claves.
Ningún testigo ubicó a Alasia como el conductor de la moto, ni siquiera en las cercanías del lugar del asesinato (calle Chile, a pocos metros de Javier Muñiz). Todo ello sirvió para que el joven no sea acusado ni por el fiscal ni por el doctor Eduardo Racero, abogado de la familia Ponce junto a Juan Ignacio Iudica.
Para Alasia sí se pidió una condena por un hecho anterior que fue anexado a la causa principal, en la cual se lo acusa de participe necesario. En este caso, tanto el fiscal como el abogado de parte solicitaron dos años y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo. Vale aclarar que Alasia ya pasó dos años en la cárcel por el crimen de Ponce, del que ayer fue exculpado.
Fue por ello que el abogado defensor de Alasia, Mauricio Muñoz, pidió la inmediata liberación de su defendido, ya que consideró que la no acusación del fiscal por la causa en la que estaba preso, ameritaba esa concesión.
Dijo además que era inadmisible que al autor del disparo en la causa anexada, Sebastián Canelo (hoy prófugo), le hayan dando un año y seis meses de prisión, y que a su defendido, al que se lo acusa de participe necesario, se lo quiera condenar a dos años y seis meses. Por este motivo pidió, que de ser condenado, lo sea por el mínimo de la pena.
28 años para Reyes
La situación de Hernán Reyes es más compleja. Los testimonios, sobre todo el de Daiana Melo, lo colocan en el lugar del hecho. Es el único de los nombrados en la causa que estuvo siempre implicado, y al que además siempre se lo señaló como el autor de los disparos. Salvo en un primer momento, cuando la joven acompañante de Ponce afirmaba que ese había sido Sebastián Canelo (de esto se ató el defensor oficial para pedir la absolución de su defendido).
Para el fiscal y el abogado de parte no hay dudas de que Reyes fue el autor de los disparos que terminaron con la vida de Ponce en 2012.
Quedó probado para el fiscal que Reyes agredía constantemente a Ponce y que lo había amenazado en varias oportunidades con armas de fuego. “La única finalidad de Reyes era matar a Octavio”, dijo Ochoaizpuro.
Además, no existe para el fiscal una causa de atenuación, ya que Reyes sabía que en sus manos tenía un arma de fuego y que al disparar en reiteradas ocasiones contra Ponce lo iba a matar.
De la misma manera sostiene que los registros telefónicos, con los que se comprobó el intercambio de mensajes entre Reyes y Alasia (a través del teléfono de su tía), fue constante después del asesinato. Juana Alasia aseguró que en los mensajes, Reyes le dijo que había matado a Ponce y que estaba acompañado por Jesús Jaime.
Por eso pidió para Reyes la pena de 28 años de prisión, ya que lo considera penalmente responsable del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
Para la defensa, encarnada por el defensor oficial Leopoldo Singlar, las contradicciones de Melo son evidentes y no deberían ser tomadas en cuenta. Además, apuntó directamente hacia Lucas Canelo como autor del crimen, apoyándose en la primera exposición de la joven acompañante de Ponce.
Para el defensor no hay certezas que ameriten la condena de su defendido porque los testimonios en los que basó su pedido el fiscal, son dudosos y poco coherentes. Las dudas de Melo fueron claves para que Singlar haga su planteo.
El Tribunal Oral en los Criminal Nº 1, integrado por los doctores Miguel Angel Villaseca, Esteban Melilli y Karina Piegari, consideró el pedido del doctor Muñoz, pero no le otorgó la libertad a Alasia. El sábado al mediodía, en el 6º piso del Palacio de Tribunales, se leerá la sentencia (de no mediar algún cambio).
Aprehendido por falso testimonio
Antes de los alegatos, se escucharon tres declaraciones, dos de ellas centrales para el desarrollo del juicio. Además de la tía de Alasia (que sirvió para sacar al joven del lugar del crimen), se escuchó el de su hermano Cristian Astrada, quien estuvo aprehendido durante algunas horas por haber incurrido en falso testimonio.
Astrada, muy nervioso por la situación, se mostró seguro al contar lo que vio ese día y eso terminó jugándole una mala pasada. El hermano de Alasia dijo que ese día, cuando llevaba a su novia a su casa, se cruzó en la esquina de Pastor Bauman e Intendente de la Sota con Reyes y con el “Bale” Jaime, quienes le dijeron que le habían “tirado unos tiros a Ponce”, y que le pidieron si tenía balas.
Su testimonio fue similar al sostenido durante el proceso, salvo que colocaba como conductor de la moto a Jesús Jaime y no a su hermano. Eso motivó el pedido del fiscal para que se lo aprehenda, lo que finalmente ocurrió.
La salida de Astrada esposado ante sus familiares, que estaban en la antesala del sexto piso, generó un pequeño escándalo y muchos gritos, que fue rápidamente controlado.
Tras pasar un rato en la alcaidía de tribunales, el joven pidió volver a declarar, y rectificó sus dichos, alegando haberse puesto nervioso. Astrada colocó en la escena ese día a Jesús Jaime, quien seguramente será investigado por la justicia, ya que resta saber quién fue el coautor del asesinato de Octavio Ponce.
El juicio por el asesinato de Octavio Ponce (19) está llegando a su fin. Ayer, en la última audiencia antes de la sentencia, se escucharon los alegatos de las partes y tres testimonios centrales para la resolución del crimen. La fiscalía desistió la acusación contra Matías Alasia y pidió 28 años de presión para Hernán Reyes.
En una jornada marcada por los alegatos, el debate oral por el asesinato de Octavio Ponce llega a su momento más importante: conocer el veredicto de los jueces en relación a Hernán Reyes y Matías Alasia (su situación cambió ayer de manera rotunda).
Tras escuchar los últimos tres testimonios, uno de ellos (ver recuadro) terminó en un pequeño escándalo fuera del recinto.
El fiscal que heredó la causa cuando estaba todo finalizado (Isabel Carniel se excusó por razones de salud), Javier Ochoaizpuro desistió la acusación hacia Matías Alasia, a quien se lo señalaba como el conductor de la moto, desde la que Reyes efectuó los disparos.
Para el fiscal no hay pruebas que coloquen a Alasia en el lugar del crimen: los testimonios de Daiana Melo, la joven que acompañaba a Ponce el día del crimen, el de Rocío Rodríguez, ex pareja de Jesús Jaime, y sobre todo el de la tía del imputado, Juana Alasia, fueron claves.
Ningún testigo ubicó a Alasia como el conductor de la moto, ni siquiera en las cercanías del lugar del asesinato (calle Chile, a pocos metros de Javier Muñiz). Todo ello sirvió para que el joven no sea acusado ni por el fiscal ni por el doctor Eduardo Racero, abogado de la familia Ponce junto a Juan Ignacio Iudica.
Para Alasia sí se pidió una condena por un hecho anterior que fue anexado a la causa principal, en la cual se lo acusa de participe necesario. En este caso, tanto el fiscal como el abogado de parte solicitaron dos años y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo. Vale aclarar que Alasia ya pasó dos años en la cárcel por el crimen de Ponce, del que ayer fue exculpado.
Fue por ello que el abogado defensor de Alasia, Mauricio Muñoz, pidió la inmediata liberación de su defendido, ya que consideró que la no acusación del fiscal por la causa en la que estaba preso, ameritaba esa concesión.
Dijo además que era inadmisible que al autor del disparo en la causa anexada, Sebastián Canelo (hoy prófugo), le hayan dando un año y seis meses de prisión, y que a su defendido, al que se lo acusa de participe necesario, se lo quiera condenar a dos años y seis meses. Por este motivo pidió, que de ser condenado, lo sea por el mínimo de la pena.
28 años para Reyes
La situación de Hernán Reyes es más compleja. Los testimonios, sobre todo el de Daiana Melo, lo colocan en el lugar del hecho. Es el único de los nombrados en la causa que estuvo siempre implicado, y al que además siempre se lo señaló como el autor de los disparos. Salvo en un primer momento, cuando la joven acompañante de Ponce afirmaba que ese había sido Sebastián Canelo (de esto se ató el defensor oficial para pedir la absolución de su defendido).
Para el fiscal y el abogado de parte no hay dudas de que Reyes fue el autor de los disparos que terminaron con la vida de Ponce en 2012.
Quedó probado para el fiscal que Reyes agredía constantemente a Ponce y que lo había amenazado en varias oportunidades con armas de fuego. “La única finalidad de Reyes era matar a Octavio”, dijo Ochoaizpuro.
Además, no existe para el fiscal una causa de atenuación, ya que Reyes sabía que en sus manos tenía un arma de fuego y que al disparar en reiteradas ocasiones contra Ponce lo iba a matar.
De la misma manera sostiene que los registros telefónicos, con los que se comprobó el intercambio de mensajes entre Reyes y Alasia (a través del teléfono de su tía), fue constante después del asesinato. Juana Alasia aseguró que en los mensajes, Reyes le dijo que había matado a Ponce y que estaba acompañado por Jesús Jaime.
Por eso pidió para Reyes la pena de 28 años de prisión, ya que lo considera penalmente responsable del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
Para la defensa, encarnada por el defensor oficial Leopoldo Singlar, las contradicciones de Melo son evidentes y no deberían ser tomadas en cuenta. Además, apuntó directamente hacia Lucas Canelo como autor del crimen, apoyándose en la primera exposición de la joven acompañante de Ponce.
Para el defensor no hay certezas que ameriten la condena de su defendido porque los testimonios en los que basó su pedido el fiscal, son dudosos y poco coherentes. Las dudas de Melo fueron claves para que Singlar haga su planteo.
El Tribunal Oral en los Criminal Nº 1, integrado por los doctores Miguel Angel Villaseca, Esteban Melilli y Karina Piegari, consideró el pedido del doctor Muñoz, pero no le otorgó la libertad a Alasia. El sábado al mediodía, en el 6º piso del Palacio de Tribunales, se leerá la sentencia (de no mediar algún cambio).
Aprehendido por falso testimonio
Antes de los alegatos, se escucharon tres declaraciones, dos de ellas centrales para el desarrollo del juicio. Además de la tía de Alasia (que sirvió para sacar al joven del lugar del crimen), se escuchó el de su hermano Cristian Astrada, quien estuvo aprehendido durante algunas horas por haber incurrido en falso testimonio.
Astrada, muy nervioso por la situación, se mostró seguro al contar lo que vio ese día y eso terminó jugándole una mala pasada. El hermano de Alasia dijo que ese día, cuando llevaba a su novia a su casa, se cruzó en la esquina de Pastor Bauman e Intendente de la Sota con Reyes y con el “Bale” Jaime, quienes le dijeron que le habían “tirado unos tiros a Ponce”, y que le pidieron si tenía balas.
Su testimonio fue similar al sostenido durante el proceso, salvo que colocaba como conductor de la moto a Jesús Jaime y no a su hermano. Eso motivó el pedido del fiscal para que se lo aprehenda, lo que finalmente ocurrió.
La salida de Astrada esposado ante sus familiares, que estaban en la antesala del sexto piso, generó un pequeño escándalo y muchos gritos, que fue rápidamente controlado.
Tras pasar un rato en la alcaidía de tribunales, el joven pidió volver a declarar, y rectificó sus dichos, alegando haberse puesto nervioso. Astrada colocó en la escena ese día a Jesús Jaime, quien seguramente será investigado por la justicia, ya que resta saber quién fue el coautor del asesinato de Octavio Ponce.