La Cooperativa inició su camino hace veinte años con 117 socios. “Nosotros no queríamos perder esa mano de obra pero no teníamos para darles nada. Permitimos que los socios se fueran a trabajar afuera, conservándoles el lugar de asociados. Actualmente tenemos gente que estuvo como socio de la cooperativa, que tiene otro tipo de trabajo afuera que lo llamamos para hacer una tarea específico y aporta su conocimiento y labor”, señaló pedro Rodríguez a LA VERDAD
Hoy ya suma otra generación: la de hijos de socios que aprendieron la labor a la par de su padre o hermanos mayores y que agiganta esa expectativa de continuidad en el tiempo.