Luis Alfredo Calvo, de 64 años, murió tras agonizar más de un mes y medio como consecuencia de una colisión vehicular. Así, ya son cinco las víctimas por siniestros viales en lo que va de 2014.
El fallecimiento de un hombre tras protagonizar un choque vehicular reafirma que la problemática del tránsito es una de las más complejas y preocupantes de Junín.
La nueva víctima en cuestión es Luis Alfredo Calvo, de 64 años, quien padeció una larga agonía tras colisionar en su moto contra una camioneta, en la esquina de Juan B. Justo y Roque Sáenz Peña, el 3 de abril pasado.
El violento impacto provocó en Calvo severas lesiones que demandaron su inmediata internación en el Hospital Interzonal “Abraham Piñeyro”, para luego ser derivado a una clínica privada de nuestra ciudad, donde murió pese a los esfuerzos médicos por revertir su delicado cuadro de salud.
Calvo era casado, padre de dos hijos y trabajaba en una carnicería ubicada en avenida Libertad al 440. Ayer, sus vecinos manifestaron su tristeza por el deceso y expresaron su apoyo a los familiares del difunto.
El quinto del año
La de Calvo es la quinta muerte por siniestros viales en lo que va del año.
La primera ocurrió el 4 de febrero, cerca de las 7, cuando un motociclista identificado como Fabián Ezequiel Durán, de 21 años, colisionó con una camioneta en la intersección de Benito de Miguel y Dr. Calp, y perdió la vida minutos más tarde, cuando era trasladado de urgencia al Hospital Interzonal General de Agudos “Dr. Abraham Félix Piñeyro” por una ambulancia del servicio de emergencias médicas de Intermed, por lo que los esfuerzos de los médicos por salvarle la vida resultaron infructuosos.
Según versiones extraoficiales, la camioneta circulaba por Benito de Miguel, en dirección a la Ruta Nacional 7, mientras que la moto lo hacía por Dr. Calp.
Las causas del accidente son motivo de investigación, aunque se trata de un cruce donde hay semáforo.
El 6 de marzo, pasadas las 20.30, en el Camino al Balneario de Junín, impactaron de manera frontal un automóvil Volkswagen Gacel de color blanco (patente ULD 237), en el que viajaba un matrimonio y sus tres hijos menores de edad, y una motocicleta Econo 70, de color negra, guiada por un joven de 22 años, identificado como Nicolás López.
Como consecuencia del terrible choque, el conductor del rodado de menor porte perdió la vida en el acto.
El automóvil circulaba en dirección al Parque Natural, donde se domicilia la familia, y la moto lo hacía en sentido contrario.
Una semana más tarde, una mujer falleció a causa de las heridas que le provocó un choque ocurrido a mediados de enero, en la intersección de avenida San Martín y Lavalle.
La víctima fue identificada como María del Carmen Drago de Miranda, de 62 años, quien permaneció en agonía durante casi dos meses de internación en el Hospital Interzonal “Abraham Piñeyro”.
Según pudo reconstruir Democracia, el siniestro que terminó costándole la vida a la mujer se dio en momentos en que ella circulaba a bordo de su moto y fue embestida por atrás por un auto.
Las lesiones que le provocó el impacto fueron múltiples y demandaron un gran esfuerzo de los médicos que se encargaron del caso, pero todos los intentos por revertir el delicado cuadro de la paciente terminaron siendo estériles.
Drago, que estaba casada y tenía dos hijos, se dedicaba a la actividad artesanal.
Otro hecho trágico se dio el 23 de marzo, a las 5.20 de la madrugada, cuando la víctima, identificada como Cristián Zurita, oriundo de Isidro Casanova (La Matanza), iba con su moto y por causas que se tratan de determinar, cayó al suelo sufriendo gravísimas heridas que ocasionaron su muerte.
La crisis de la seguridad vial en el casco urbano y en los accesos a la ciudad quedó reflejada de manera exponencial en 2013, con cifras escalofriantes: hubo 1800 accidentes de tránsito en los que debió intervenir la empresa de emergencias Intermed, con un saldo de 2400 personas heridas y más de 20 fallecidos. El promedio dio casi cinco siniestros viales por día con casi siete heridos.
El 80 por ciento de ellos resultó ser lesionados de gravedad con politraumatismos (miembros inferiores, tórax, etc.) y traumatismo encéfalo craneano. La mitad de ellos significó puso en peligro la vida de los involucrados.
Otra constante en la temática de accidentes viales es el tipo de vehículos que los protagonizan: el 90 por ciento de los accidentes involucró a motos y scooters.
El fallecimiento de un hombre tras protagonizar un choque vehicular reafirma que la problemática del tránsito es una de las más complejas y preocupantes de Junín.
La nueva víctima en cuestión es Luis Alfredo Calvo, de 64 años, quien padeció una larga agonía tras colisionar en su moto contra una camioneta, en la esquina de Juan B. Justo y Roque Sáenz Peña, el 3 de abril pasado.
El violento impacto provocó en Calvo severas lesiones que demandaron su inmediata internación en el Hospital Interzonal “Abraham Piñeyro”, para luego ser derivado a una clínica privada de nuestra ciudad, donde murió pese a los esfuerzos médicos por revertir su delicado cuadro de salud.
Calvo era casado, padre de dos hijos y trabajaba en una carnicería ubicada en avenida Libertad al 440. Ayer, sus vecinos manifestaron su tristeza por el deceso y expresaron su apoyo a los familiares del difunto.
El quinto del año
La de Calvo es la quinta muerte por siniestros viales en lo que va del año.
La primera ocurrió el 4 de febrero, cerca de las 7, cuando un motociclista identificado como Fabián Ezequiel Durán, de 21 años, colisionó con una camioneta en la intersección de Benito de Miguel y Dr. Calp, y perdió la vida minutos más tarde, cuando era trasladado de urgencia al Hospital Interzonal General de Agudos “Dr. Abraham Félix Piñeyro” por una ambulancia del servicio de emergencias médicas de Intermed, por lo que los esfuerzos de los médicos por salvarle la vida resultaron infructuosos.
Según versiones extraoficiales, la camioneta circulaba por Benito de Miguel, en dirección a la Ruta Nacional 7, mientras que la moto lo hacía por Dr. Calp.
Las causas del accidente son motivo de investigación, aunque se trata de un cruce donde hay semáforo.
El 6 de marzo, pasadas las 20.30, en el Camino al Balneario de Junín, impactaron de manera frontal un automóvil Volkswagen Gacel de color blanco (patente ULD 237), en el que viajaba un matrimonio y sus tres hijos menores de edad, y una motocicleta Econo 70, de color negra, guiada por un joven de 22 años, identificado como Nicolás López.
Como consecuencia del terrible choque, el conductor del rodado de menor porte perdió la vida en el acto.
El automóvil circulaba en dirección al Parque Natural, donde se domicilia la familia, y la moto lo hacía en sentido contrario.
Una semana más tarde, una mujer falleció a causa de las heridas que le provocó un choque ocurrido a mediados de enero, en la intersección de avenida San Martín y Lavalle.
La víctima fue identificada como María del Carmen Drago de Miranda, de 62 años, quien permaneció en agonía durante casi dos meses de internación en el Hospital Interzonal “Abraham Piñeyro”.
Según pudo reconstruir Democracia, el siniestro que terminó costándole la vida a la mujer se dio en momentos en que ella circulaba a bordo de su moto y fue embestida por atrás por un auto.
Las lesiones que le provocó el impacto fueron múltiples y demandaron un gran esfuerzo de los médicos que se encargaron del caso, pero todos los intentos por revertir el delicado cuadro de la paciente terminaron siendo estériles.
Drago, que estaba casada y tenía dos hijos, se dedicaba a la actividad artesanal.
Otro hecho trágico se dio el 23 de marzo, a las 5.20 de la madrugada, cuando la víctima, identificada como Cristián Zurita, oriundo de Isidro Casanova (La Matanza), iba con su moto y por causas que se tratan de determinar, cayó al suelo sufriendo gravísimas heridas que ocasionaron su muerte.
La crisis de la seguridad vial en el casco urbano y en los accesos a la ciudad quedó reflejada de manera exponencial en 2013, con cifras escalofriantes: hubo 1800 accidentes de tránsito en los que debió intervenir la empresa de emergencias Intermed, con un saldo de 2400 personas heridas y más de 20 fallecidos. El promedio dio casi cinco siniestros viales por día con casi siete heridos.
El 80 por ciento de ellos resultó ser lesionados de gravedad con politraumatismos (miembros inferiores, tórax, etc.) y traumatismo encéfalo craneano. La mitad de ellos significó puso en peligro la vida de los involucrados.
Otra constante en la temática de accidentes viales es el tipo de vehículos que los protagonizan: el 90 por ciento de los accidentes involucró a motos y scooters.