Fue oficiada una misa concelebrada en la Iglesia Matriz San Ignacio de Loyola. “Cada uno de los sacerdotes que estamos en esta ciudad de Junín tenemos un compromiso muy grande con nuestra gente, acompañando, escuchando”, dijo el Padre Javier Sánchez, cura párroco de la iglesia San Francisco de Asís.
En la Iglesia Matriz San Ignacio de Loyola se ofició anoche una misa en la que se pidió por las víctimas de violencia en nuestra ciudad, no solamente de episodios ocurridos este año, sino también durante hechos sucedidos en 2013.
La celebración litúrgica fue concelebrada por los sacerdotes de la ciudad representando a las parroquias juninenses incluyendo al padre Luis Casalá, capellán del Colegio Marianista.
En la parte final de la misa, Mary Farías, integrante del Grupo Resurrección, hizo llegar un mensaje de paz y esperanza a los familiares de las víctimas por hechos violentos en nuestra ciudad y a los fieles presentes en el templo, destacando que “la oración me acompañó en todo momento”.
Posteriormente fueron bendecidas medallas con la imagen de la Virgen de Luján cada una de las cuales tenía una cinta celeste, que les fue entregada a los familiares presentes en la iglesia.
Padre Sánchez: “Queremos vivir en paz unos con otros”
“Desde hace un tiempo que los sacerdotes como pastores, venimos escuchando a nuestro pueblo, a quienes les brindamos nuestra vida en actitud de servicio. Estamos viendo que se está cabizbajo, triste, que la desesperanza nos gana y como que no hubiera nada que hace. Como decía el padre Casalá en la homilía: pareciera que nos acostumbramos a estar cada vez más encerrados porque el miedo nos atrapa, nos invade y nos paraliza. De un modo especial queríamos tener este gesto significativo, de poder juntarnos todas las comunidades en la parroquia matriz San Ignacio de Loyola”, dijo el padre Javier Sánchez a LA VERDAD
El sacerdote agregó que la intención fue acompañar a las familias que están sufriendo en el dolor, llevándoles una palabra y una comunicación conjunta como fue la hermosa homilía pronunciada por el padre Luis Casalá, capellán del Colegio Marianista en nuestra ciudad.
“También –señaló el padre Sánchez- deseamos tener como comunidad un gesto de oración hacia Dios, no solamente pidiendo por nuestro Junín sino también para que nosotros podamos, en la Luz de Jesús Resucitado descubrir qué es lo que podemos hacer para transformar desde lo pequeño esta realidad que tantas veces nos parece adversa, pero Jesús vino a decirnos que en la Esperanza podemos tener la Resurrección”.
“Cada uno de los sacerdotes que estamos en esta ciudad de Junín tenemos un compromiso muy grande con nuestra gente, acompañando, escuchando. A veces no hay palabras, simplemente está el acompañar y la presencia”, expresó el cura párroco de la iglesia San Francisco de Asís.
Afirmó que “este encuentro en conjunto, que es lo más grande que podemos tener los cristianos que es celebrar a Jesús en la Misa, escuchando su palabra y acercándonos a recibir el Pan de Vida en la Eucaristía, justamente lo fortalece en la comunidad cristiana para ser testigos de la esperanza, como nos pide el Papa Francisco”.
“Nunca más queremos un acto de violencia, nunca más queremos una muerte injusta, no queremos que nadie toque a nuestros niños, a nuestros jóvenes, a nuestros adultos, en un hecho injusto, cruento, que nos saca la paz, porque en Junín, queremos vivir en paz unos con otros”, resaltó.
En la Iglesia Matriz San Ignacio de Loyola se ofició anoche una misa en la que se pidió por las víctimas de violencia en nuestra ciudad, no solamente de episodios ocurridos este año, sino también durante hechos sucedidos en 2013.
La celebración litúrgica fue concelebrada por los sacerdotes de la ciudad representando a las parroquias juninenses incluyendo al padre Luis Casalá, capellán del Colegio Marianista.
En la parte final de la misa, Mary Farías, integrante del Grupo Resurrección, hizo llegar un mensaje de paz y esperanza a los familiares de las víctimas por hechos violentos en nuestra ciudad y a los fieles presentes en el templo, destacando que “la oración me acompañó en todo momento”.
Posteriormente fueron bendecidas medallas con la imagen de la Virgen de Luján cada una de las cuales tenía una cinta celeste, que les fue entregada a los familiares presentes en la iglesia.
Padre Sánchez: “Queremos vivir en paz unos con otros”
“Desde hace un tiempo que los sacerdotes como pastores, venimos escuchando a nuestro pueblo, a quienes les brindamos nuestra vida en actitud de servicio. Estamos viendo que se está cabizbajo, triste, que la desesperanza nos gana y como que no hubiera nada que hace. Como decía el padre Casalá en la homilía: pareciera que nos acostumbramos a estar cada vez más encerrados porque el miedo nos atrapa, nos invade y nos paraliza. De un modo especial queríamos tener este gesto significativo, de poder juntarnos todas las comunidades en la parroquia matriz San Ignacio de Loyola”, dijo el padre Javier Sánchez a LA VERDAD
El sacerdote agregó que la intención fue acompañar a las familias que están sufriendo en el dolor, llevándoles una palabra y una comunicación conjunta como fue la hermosa homilía pronunciada por el padre Luis Casalá, capellán del Colegio Marianista en nuestra ciudad.
“También –señaló el padre Sánchez- deseamos tener como comunidad un gesto de oración hacia Dios, no solamente pidiendo por nuestro Junín sino también para que nosotros podamos, en la Luz de Jesús Resucitado descubrir qué es lo que podemos hacer para transformar desde lo pequeño esta realidad que tantas veces nos parece adversa, pero Jesús vino a decirnos que en la Esperanza podemos tener la Resurrección”.
“Cada uno de los sacerdotes que estamos en esta ciudad de Junín tenemos un compromiso muy grande con nuestra gente, acompañando, escuchando. A veces no hay palabras, simplemente está el acompañar y la presencia”, expresó el cura párroco de la iglesia San Francisco de Asís.
Afirmó que “este encuentro en conjunto, que es lo más grande que podemos tener los cristianos que es celebrar a Jesús en la Misa, escuchando su palabra y acercándonos a recibir el Pan de Vida en la Eucaristía, justamente lo fortalece en la comunidad cristiana para ser testigos de la esperanza, como nos pide el Papa Francisco”.
“Nunca más queremos un acto de violencia, nunca más queremos una muerte injusta, no queremos que nadie toque a nuestros niños, a nuestros jóvenes, a nuestros adultos, en un hecho injusto, cruento, que nos saca la paz, porque en Junín, queremos vivir en paz unos con otros”, resaltó.