Reflexiones en torno a una Sociedad que envejece.
Escribe: Cecilia Herón, Directora de Discapacidad y Tercera Edad.
Muchas veces se suele decir que existe un vacío legal en torno a la tercera edad y ciertamente esto es así, pero sin perjuicio de ello, me pregunto si el reconocimiento y adhesión por parte de nuestro país al Plan de Acción Internacional de Viena, a los Principios de las Naciones Unidas en favor de las personas de edad así como al Plan de Acción de Madrid y el espíritu de nuestra Constitución Nacional, que en su Art. 75 Inc. 23 establece que deben legislarse y promover medidas de acción positiva que garanticen la igualdad real de oportunidades y de trato, y el pleno goce y el ejercicio de los derechos reconocidos por esta constitución y por los tratados internacionales vigentes sobre derechos humanos, en particular respecto de los niños, las mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad, no podrían resultar suficientes para que todos como Sociedad instrumentemos acciones tendientes al buen trato, al cuidado, al respeto de nuestros mayores, me pregunto si es necesario que nuestro ordenamiento jurídico se engrose para que no se produzcan formas de discriminación y maltrato hacia las personas de edad y si una vez obtenidas las normas, estas resultaran suficientes para la protección de este importante grupo poblacional.
Está claro que el envejecimiento ha provocado significativos cambios en nuestra estructura poblacional y que en consecuencia el Estado en todos sus niveles debe tomar intervención al respecto, ya que es absolutamente necesaria su intervención, atendiendo a la persona mayor desde el lugar del sujeto de derecho y no desde el asistencialismo. Otro interrogante que es necesario plantearse es que si dado que sabemos que vamos a envejecer ¿nuestra casa, nuestra sociedad están preparadas para que envejezcamos en ellas?
El domingo próximo se conmemora el Día Internacional de Toma de Conciencia contra el Abuso y Maltrato en la Vejez, fecha designada por Naciones Unidas y es por ello que me interesa que juntos pensemos en cual es construcción social tenemos respecto a la vejez, porque tengo la sensación de que podríamos hacer un cambio sustancial si pudiéramos revertir nuestro imaginario y la concepción que tenemos sobre la vejez. Naciones Unidas entiende claramente que el maltrato de las personas mayores es un problema social y en lo personal, retomando mi punto de vista anterior en relación a que es necesario que cambiemos nuestras referencias sobre la vejez, estoy convencida de que esto va a resultar conveniente en dos sentidos: respecto a nuestro comportamiento hacia las personas de edad y respecto a nosotros mismos, aceptando nuestro devenir, nuestro propio envejecimiento. Notamos que vamos a envejecer, efectivamente se ha extendido la esperanza de vida, y que más allá de la importancia numérica de las personas mayores, no podemos estar ajenos a las transformaciones que provoca el fenómeno del envejecimiento y a las necesidades y potencialidades de las personas que transitan esta etapa de la vida, muchos de los cuales la vivencian satisfactoriamente, cumpliendo importantes roles sociales, participando activamente de distintas actividades (en nuestra ciudad podemos comprobar que el nivel de participación de los mismos crece cuanti y cualitativamente en los más diversos ámbitos), brindando apoyo en la estructura familiar, en definitiva sobrellevando una vejez normal.
Por último, me gustaría compartir un concepto bastante conocido sobre Ciudades “amigables con los mayores” -“Age friendly ”, en la versión original- concepto que Alex Kalache, especialistas prestigioso de la OMS, desarrolló para encontrar una solución a una ecuación inevitable: menos chicos que nacen, viejos que viven más . En este sentido, quizá sea momento de que entre todos generemos las condiciones de solidaridad intergeneracional, que reconozcamos el valor que tienen las personas mayores y que llegue el día en que verdaderamente sean beneficiarias del desarrollo y participes plenas de un Sociedad Amigable con los Mayores, en definitiva avanzar así hacia una Sociedad que considere que la vejez es una edad para ser vivida.
Escribe: Cecilia Herón, Directora de Discapacidad y Tercera Edad.
Muchas veces se suele decir que existe un vacío legal en torno a la tercera edad y ciertamente esto es así, pero sin perjuicio de ello, me pregunto si el reconocimiento y adhesión por parte de nuestro país al Plan de Acción Internacional de Viena, a los Principios de las Naciones Unidas en favor de las personas de edad así como al Plan de Acción de Madrid y el espíritu de nuestra Constitución Nacional, que en su Art. 75 Inc. 23 establece que deben legislarse y promover medidas de acción positiva que garanticen la igualdad real de oportunidades y de trato, y el pleno goce y el ejercicio de los derechos reconocidos por esta constitución y por los tratados internacionales vigentes sobre derechos humanos, en particular respecto de los niños, las mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad, no podrían resultar suficientes para que todos como Sociedad instrumentemos acciones tendientes al buen trato, al cuidado, al respeto de nuestros mayores, me pregunto si es necesario que nuestro ordenamiento jurídico se engrose para que no se produzcan formas de discriminación y maltrato hacia las personas de edad y si una vez obtenidas las normas, estas resultaran suficientes para la protección de este importante grupo poblacional.
Está claro que el envejecimiento ha provocado significativos cambios en nuestra estructura poblacional y que en consecuencia el Estado en todos sus niveles debe tomar intervención al respecto, ya que es absolutamente necesaria su intervención, atendiendo a la persona mayor desde el lugar del sujeto de derecho y no desde el asistencialismo. Otro interrogante que es necesario plantearse es que si dado que sabemos que vamos a envejecer ¿nuestra casa, nuestra sociedad están preparadas para que envejezcamos en ellas?
El domingo próximo se conmemora el Día Internacional de Toma de Conciencia contra el Abuso y Maltrato en la Vejez, fecha designada por Naciones Unidas y es por ello que me interesa que juntos pensemos en cual es construcción social tenemos respecto a la vejez, porque tengo la sensación de que podríamos hacer un cambio sustancial si pudiéramos revertir nuestro imaginario y la concepción que tenemos sobre la vejez. Naciones Unidas entiende claramente que el maltrato de las personas mayores es un problema social y en lo personal, retomando mi punto de vista anterior en relación a que es necesario que cambiemos nuestras referencias sobre la vejez, estoy convencida de que esto va a resultar conveniente en dos sentidos: respecto a nuestro comportamiento hacia las personas de edad y respecto a nosotros mismos, aceptando nuestro devenir, nuestro propio envejecimiento. Notamos que vamos a envejecer, efectivamente se ha extendido la esperanza de vida, y que más allá de la importancia numérica de las personas mayores, no podemos estar ajenos a las transformaciones que provoca el fenómeno del envejecimiento y a las necesidades y potencialidades de las personas que transitan esta etapa de la vida, muchos de los cuales la vivencian satisfactoriamente, cumpliendo importantes roles sociales, participando activamente de distintas actividades (en nuestra ciudad podemos comprobar que el nivel de participación de los mismos crece cuanti y cualitativamente en los más diversos ámbitos), brindando apoyo en la estructura familiar, en definitiva sobrellevando una vejez normal.
Por último, me gustaría compartir un concepto bastante conocido sobre Ciudades “amigables con los mayores” -“Age friendly ”, en la versión original- concepto que Alex Kalache, especialistas prestigioso de la OMS, desarrolló para encontrar una solución a una ecuación inevitable: menos chicos que nacen, viejos que viven más . En este sentido, quizá sea momento de que entre todos generemos las condiciones de solidaridad intergeneracional, que reconozcamos el valor que tienen las personas mayores y que llegue el día en que verdaderamente sean beneficiarias del desarrollo y participes plenas de un Sociedad Amigable con los Mayores, en definitiva avanzar así hacia una Sociedad que considere que la vejez es una edad para ser vivida.