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Proteccionistas juninenses denuncian una inadecuada atención en el Centro de Zoonosis

Esto genera que animales que han sido castrados, aparezcan con el tiempo con fístulas en sus cuerpos, los cuales deben ser luego tratados e intervenidos quirúrgicamente por veterinarios privados.



Si bien en un principio, en los primeros años de la gestión del intendente Mario Meoni, la Asociación de Protección a los Animales y el Centro de Zoonosis tenían una estrecha relación y de cooperación y trabajo mutuo, desde hace tres años la entidad proteccionista ha venido denunciando y alertando sobre consecuencias en animales castrados que derivan en fístulas que aparecen en los animales, producto de lo que sería una inadecuada atención en el Centro de Zoonosis, tema que ha sido denunciado por LA VERDAD en una nota publicada por nuestro director, Omar Bello, el martes 8 de julio.

“Aparecen cada vez más”

Elsa Gómez Panizza y Antonela Casimo, integrantes de la comisión directiva de la Asociación Juninense de Protección a los Animales, señalaron a este diario que “la entidad fue la que promovió la creación del Centro de Zoonosis y generó la ordenanza de creación en el año 2003. De ninguna manera podemos estar en desacuerdo con el Centro y con la castración. El tema es que desde hace dos o tres años comenzaron a aparecer con mayor cantidad animales “fistulizados”. Cuando surgen estos casos, los enviamos al veterinario que nos brinda una ayuda y atiende a nuestros animales, pero aparecen cada vez más y no lo podemos afrontar por los costos”.
A su vez, Antonela expresó que “se da una contradicción. Ya que enviamos al animal para que no se reproduzca, protegiéndolo y lo estamos mandando a que le surja una fístula. Esto no es en contra de nadie, sino a favor de los más desprotegidos”.
“La fistulización es una complicación de la operación –dijo Elsa Gómez Panizza- pero evidentemente se suman otros problemas. Si se castran veinte animales en una hora, lo más probable es que se le dedique poco tiempo a cada animal”.
Los directivos de la entidad proteccionista desde hace tres años vienen planteando este problema tanto al secretario de Salud doctor Hugo Talani como al director de Bromatología, doctor Guillermo Marscetti y al secretario general Javier Gabrielli. Inclusive mencionaron que desde hace un año están esperando una audiencia con el intendente Mario Meoni. “No deseamos que se cierra (Zoonosis) sino que las cosas se hagan bien”, dijo Elsa Gómez Panizza a este diario quien mencionó que “los dos veterinarios llegan a las 8 de la mañana y se van a las 9 y media, o sea están una hora y media para castrar. Después queda la otra veterinaria, una chica nueva que desinfecta más y ella, dentro de todo, se maneja con más cuidado para trabajar”.
Cada intervención quirúrgica para poder solucionar este grave problema, sale quinientos pesos.
“El municipio directamente ni nos escuchó. Si al menos la coordinadoras y los veterinarios del Centro de Zoonosis, presentaran un cambio de actitud tras la denuncia de esos casos de fistulización...” se lamentó Elsa Gómez Panizza a LA VERDAD pero agregó que “no hay respuesta”.

“No es posible garantizar el tratamiento o cura”

Para prevenir y deslindar responsabilidades, desde hace un año cuando un particular lleva a su animalito para castrar debe firmar un “Certificado de Autorización Quirúrgica”.
Textualmente este “consentimiento informado de anestesia y cirugía” –que no tendría ninguna validez jurídica- dice: “El Sr. Propietario y/o tenedor responsable autoriza al equipo de médicos veterinarios del Centro de Sanidad Animal y Zoonosis a que se intervenga quirúrgicamente a su animal, y a disponer y proveer toda practica o servicio adicional que crean necesarios, incluyendo la administración de anestesia, y la ejecución de servicios patológicos, radiológicos, etc., facultando a los profesionales actuantes a examinar, extirpar y disponer para propósito científico de todo tejido, órgano o miembro que ellos extraigan de la operación que se le practique. Facultándolos a efectuar cualquier otro procedimiento terapéutico-quirúrgico se estime conveniente, habiendo tomado conocimiento pormenorizado de cada uno de los eventuales riesgos que pudiesen sobrevenir con motivo del tratamiento  y/o intervención mencionados, y notificándose expresamente que tal como se le ha informado. No es posible garantizar el resultado o cura del tratamiento y/o intervención a que será sometido el animal y asumiendo de su parte sin objeciones- para el caso que se produzcan- las consecuencias emergentes de las eventualidades aludidas. Manifestando asimismo liberar a los médicos-veterinarios y a sus ayudantes, de toda responsabilidad en relación a la intervención aludida; asumiendo plenamente la obligación del cuidado del animal durante el período de convalecencia y posterioridad. El Centro de Sanidad Animal y Zoonosis no es responsable por la condición médica del animal desde antes de la cirugía”, en definitiva, un papel que busca “lavar las manos” de los veterinarios que intervienen en la operación de castración.
De acuerdo a lo que se pudo saber, el material de sutura que se está usando  en el Centro de Zoonosis de Junín no sería el correcto, porque es un material que produciría infección. Este producto ya hace muchísimo tiempo que se dejó de usar en la Universidad Nacional de La Plata y los docentes de la misma Facultad de Veterinaria transmiten  a los futuros veterinarios que hay que usar nailon, sin excepción.
Lógicamente el nailon, que no produce infección, tiene que ir acompañado por una excelente y rigurosa  asepsia del quirófano y lugar que van a ocupar los animales antes, durante y después de la cirugía y dedicarle el tiempo que cada castración merece, además de un tratamientos de antibióticos por siete días y con el cambio de hilo (algodón ) por nailon. Cumpliendo con estos pasos se evitarían la formación de fístulas.
La fístula es una infección con un trayecto con salida al exterior, su única cura es quirúrgica que permite quitar el foco de infección (que es el material que produce infección que queda dentro del animal ó sea el hilo).
La muerte por fístula es lenta y dolorosa.


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