Los médicos de la clínica de rehabilitación de Junín permitieron que la joven Patricia Martínez, que el año pasado fue atropellada mientras iba en su moto en su ciudad de General Villegas, regresara a su casa con el objetivo de ver cómo reaccionaba ante el estímulo de pasar unos días junto a su familia, sus amigos y sus cosas.
Luego regresó a Junín para continuar con la rehabilitación.
La joven docente todavía continúa luchando para superar las terribles secuelas que le dejó el desafortunado accidente.
"En la clínica de Junín la notaron mejor y por eso la dejaron venir el fin de semana, para ver sus reacciones. Ella observaba todo, seguía a todos con la mirada. Escuchar seguro que nos escucha", dijo Adriana Ferrari, la madre de Patricia.
Además, agregó que la joven presenta algunas mejorías. "Mueve la pierna izquierda un poquito. También abre los dedos de la mano y cierra los puños cuando se pone tensa".
Tras la estadía en su casa, y luego de la visita de muchas amigas, Patricia debió regresar a la clínica de Junín, para continuar con su rehabilitación. "No es seguro que pueda venir todos los fines de semana, porque el viaje no es corto. Además tiene que venir en ambulancia y con el colchón inflable. De todas formas, de a poquito y lentamente se va recuperando. Vamos a ver qué dicen la psicóloga y los médicos. Agradezco a la gente y a las amigas de Patricia que siempre me preguntan por ella", dijo Adriana visiblemente emocionada, destacó en su edición web el diario Actualidad de General Villegas.
Luego regresó a Junín para continuar con la rehabilitación.
La joven docente todavía continúa luchando para superar las terribles secuelas que le dejó el desafortunado accidente.
"En la clínica de Junín la notaron mejor y por eso la dejaron venir el fin de semana, para ver sus reacciones. Ella observaba todo, seguía a todos con la mirada. Escuchar seguro que nos escucha", dijo Adriana Ferrari, la madre de Patricia.
Además, agregó que la joven presenta algunas mejorías. "Mueve la pierna izquierda un poquito. También abre los dedos de la mano y cierra los puños cuando se pone tensa".
Tras la estadía en su casa, y luego de la visita de muchas amigas, Patricia debió regresar a la clínica de Junín, para continuar con su rehabilitación. "No es seguro que pueda venir todos los fines de semana, porque el viaje no es corto. Además tiene que venir en ambulancia y con el colchón inflable. De todas formas, de a poquito y lentamente se va recuperando. Vamos a ver qué dicen la psicóloga y los médicos. Agradezco a la gente y a las amigas de Patricia que siempre me preguntan por ella", dijo Adriana visiblemente emocionada, destacó en su edición web el diario Actualidad de General Villegas.