El intendente de Junín destacó la trayectoria y los valores del deportista fallecido hace 63 años. Emotivas palabras de los familiares del piloto. En el acto estuvieron presentes, además, la diputada provincial Laura Ricchini y los concejales Nora Mahuad y Gabriel D'Andrea, entre otras autoridades.
"Este es el primer acto que me toca presidir en memoria de Eusebio y, si bien no he tenido la posibilidad de disfrutar sus carreras, aunque he visto algunos documentales o me han contado algunas historias, la verdad es que hay muchas cosas para destacar. En primer lugar quiero destacar el espíritu deportivo y todo lo que eso implica: la constancia, el trabajo y el esfuerzo para lograr lo que logró en esos campeonatos. Pero además sus valores y sus enseñanzas. Todo aquel que hace deporte sabe que para poder hacerlo de manera competitiva tiene que prepararse, entrenarse, dedicar muchas horas de esfuerzo, dejar a su familia, y por supuesto mucho sacrificio", dijo Petrecca en su discurso.
Luego, agregó que "también hay otras cuestiones que me llamaron la atención, como las persecuciones políticas por su ideología, y lo bueno es que podamos decir nunca más a todas estas cosas, y podamos trabajar todos juntos por un país unido. Y por supuesto, el punto más importante, que es el de sus valores, el de las enseñanzas. Todo aquel que hace deporte, sabe que para poder hacerlo de manera competitiva tiene que prepararse, entrenarse, dedicar muchas horas de esfuerzo, dejar a su familia, y por supuesto mucho sacrificio. Y cuando uno hace un deporte de competición lo que quiere es tener un buen resultado, ganar, porque para eso se preparó".
"Por eso encontrar, conocer y recordar esta historia de Eusebio que era algo natural de el, y por más que se haya preparado, se encontró con una situación de humanidad, y sin dudarlo se bajó del auto y ayudó a otro competidor, y eso es algo muy importante que tenemos que remarcar. Y lo bueno es que pasan los años y sigue habiendo mucha gente que habla sobre este tema. Los valores, los gestos y esto de ayudar al otro, de ser solidario, es algo que tendríamos que hacer más como sociedad. Agradezco que esta historia siga viva, agradezco a los familiares, a la agrupaciones que hacen lo posible por recordarlo siempre, y la verdad espero que todos nos llevemos este pequeño mensaje, de valores, de ayuda social, de amor al prójimo y de servicio, que en definitiva, es lo que vale y lo que queda", finalizó Petrecca.
Por su parte, Helena Marcilla, hija de Eusebio Marcilla, dijo que "estoy muy orgullosa, porque a pesar de que pasaron los años sigan recordando a mi padre. Lo observo, lo miro, y siempre pienso lo mismo, mi padre fue un ejemplo que lo transmitió a mi, a mi hermana, y yo a mis hijos. Me llama la atención que la gente siga viniendo a esta plaza, a pesar de tantos años que pasaron, siguen acompañándonos, siguen concurriendo. Realmente estoy muy emocionada, a todos ustedes muchas gracias y fueron muy amables por venir".
A su vez, Edmundo Marcilla, sostuvo que "hace 63 años, Junín estaba en un llanto por la pérdida irreparable de su ídolo máximo. Con el tiempo uno fue recolectando anécdotas, comentarios de ese día y todos estaban con la misma congoja, se había silenciando la ciudad. Hoy nos invade la emoción, que los herederos que hicieron esa historia y que dejaron un camino marcado para nuevas generaciones de deportistas, de códigos, de solidaridad, de buena gente, de humildad, hoy nos están acompañando muchos de ellos. Uno a veces no puede evaluar por lo que generó Eusebio en su corta vida y lo que cosechó a nivel personal y a medida que pasa el tiempo se mantiene ese respeto, esa admiración por quien fue en vida".
"Este es el primer acto que me toca presidir en memoria de Eusebio y, si bien no he tenido la posibilidad de disfrutar sus carreras, aunque he visto algunos documentales o me han contado algunas historias, la verdad es que hay muchas cosas para destacar. En primer lugar quiero destacar el espíritu deportivo y todo lo que eso implica: la constancia, el trabajo y el esfuerzo para lograr lo que logró en esos campeonatos. Pero además sus valores y sus enseñanzas. Todo aquel que hace deporte sabe que para poder hacerlo de manera competitiva tiene que prepararse, entrenarse, dedicar muchas horas de esfuerzo, dejar a su familia, y por supuesto mucho sacrificio", dijo Petrecca en su discurso.
Luego, agregó que "también hay otras cuestiones que me llamaron la atención, como las persecuciones políticas por su ideología, y lo bueno es que podamos decir nunca más a todas estas cosas, y podamos trabajar todos juntos por un país unido. Y por supuesto, el punto más importante, que es el de sus valores, el de las enseñanzas. Todo aquel que hace deporte, sabe que para poder hacerlo de manera competitiva tiene que prepararse, entrenarse, dedicar muchas horas de esfuerzo, dejar a su familia, y por supuesto mucho sacrificio. Y cuando uno hace un deporte de competición lo que quiere es tener un buen resultado, ganar, porque para eso se preparó".
"Por eso encontrar, conocer y recordar esta historia de Eusebio que era algo natural de el, y por más que se haya preparado, se encontró con una situación de humanidad, y sin dudarlo se bajó del auto y ayudó a otro competidor, y eso es algo muy importante que tenemos que remarcar. Y lo bueno es que pasan los años y sigue habiendo mucha gente que habla sobre este tema. Los valores, los gestos y esto de ayudar al otro, de ser solidario, es algo que tendríamos que hacer más como sociedad. Agradezco que esta historia siga viva, agradezco a los familiares, a la agrupaciones que hacen lo posible por recordarlo siempre, y la verdad espero que todos nos llevemos este pequeño mensaje, de valores, de ayuda social, de amor al prójimo y de servicio, que en definitiva, es lo que vale y lo que queda", finalizó Petrecca.
Por su parte, Helena Marcilla, hija de Eusebio Marcilla, dijo que "estoy muy orgullosa, porque a pesar de que pasaron los años sigan recordando a mi padre. Lo observo, lo miro, y siempre pienso lo mismo, mi padre fue un ejemplo que lo transmitió a mi, a mi hermana, y yo a mis hijos. Me llama la atención que la gente siga viniendo a esta plaza, a pesar de tantos años que pasaron, siguen acompañándonos, siguen concurriendo. Realmente estoy muy emocionada, a todos ustedes muchas gracias y fueron muy amables por venir".
A su vez, Edmundo Marcilla, sostuvo que "hace 63 años, Junín estaba en un llanto por la pérdida irreparable de su ídolo máximo. Con el tiempo uno fue recolectando anécdotas, comentarios de ese día y todos estaban con la misma congoja, se había silenciando la ciudad. Hoy nos invade la emoción, que los herederos que hicieron esa historia y que dejaron un camino marcado para nuevas generaciones de deportistas, de códigos, de solidaridad, de buena gente, de humildad, hoy nos están acompañando muchos de ellos. Uno a veces no puede evaluar por lo que generó Eusebio en su corta vida y lo que cosechó a nivel personal y a medida que pasa el tiempo se mantiene ese respeto, esa admiración por quien fue en vida".