Mamá, no me puedo mover. Estoy rodeada de gente, me entraron a casa y me tienen con un puñal en el cuello…” Así, una mujer que se hacía pasar por la hija de la víctima, comenzó a engañar a una mujer de 84 años, domiciliada en la calle Bolivia, entre Benito de Miguel y Francia, en Junín.
La mujer contó al diario Democracia el dramático momento que le tocó sufrir.
“Tenía la voz idéntica a la de mi hija; eso fue lo que me engañó”, afirmó anoche la víctima a Democracia quien prefirió mantener su identidad en reserva por temor a sufrir represalias.
El hecho ocurrió en la madrugada de ayer, alrededor de la 1, cuando la damnificada, que en ese momento estaba durmiendo, recibió el llamado en su domicilio. “Me decía ‘mamá, me van a matar’, y después le sacaron el teléfono y siguieron hablando ellos”, relató.
Y añadió que los malvivientes le exigían “los dólares”, primero, y luego 35 mil pesos, una suma que la mujer no tenía consigo. “Yo les decía que soy ‘una pobre jubilada’”, contó.
Ante la desesperación, juntó una suma de dinero y una medalla, puso todo en una bolsa como le habían ordenado los ladrones, abrió la puerta de calle y, así como estaba, en camisón, caminó hasta la zona de Francia y Arquímedes, donde dejó el efectivo.
En ese preciso momento, pasó un camión recolector de residuos y la mujer tuvo miedo de que se llevasen la bolsa, pensó en retroceder e ir a buscarla, pero era demasiado riesgoso, ya que los malvivientes podían verla o notar un movimiento extraño o algo.
Raudamente se dirigió hasta su casa –siguiendo las indicaciones de los hampones, había dejado el teléfono conectado-, levantó le tubo, y allí estaba otra vez, del otro lado, la voz de uno de los delincuentes, que le ordenó que contara hasta 100 y le dijo que en una hora, su hija estaría con ella.
Cuando llegó a 30, cortaron, y ella supo que ya podía llamar a la Policía.
Por teléfono, los uniformados lograron constatar que su hija estaba durmiendo en su casa, que estaba a sana y salva, y que se trataba de un “secuestro virtual”, una modalidad que crece en Junín y en todo el territorio del país. De hecho, como viene informando este diario, en los últimos meses se han registrado más de diez casos en nuestra ciudad.
Con los datos aportados por la víctima, los agentes del orden montaron un operativo cerrojo para tratar de identificar a los delincuentes. Al cierre de esta edición, los resultados habían sido negativos.
Intervino en el hecho personal policial de la Comisaría Primera de Junín, a cargo del subcomisario Mariano Sarco.
Dentro de la pesadilla que le tocó a vivir a esta mujer de 84 años, lo que más la desconcertó, según reveló a Democracia, fue que los hampones sabían que su hija estaba radicada en Alemania. “En un momento, cuando me estaban exigiendo el dinero, les dije que les juraba por mi hija que no tenía plata, y entonces me respondieron ‘jurá por vos y tu difunto marido’, o sea que sabían que soy viuda; me deben haber estado observando”, lamentó.
“Hasta se burlaron de mí, porque yo obviamente entré en un shock nervioso, soy una mujer grande. Me dijeron que me ‘tome una pastillita y me tranquilice’”, expresó.
(Fuente: Diario Democracia)
La mujer contó al diario Democracia el dramático momento que le tocó sufrir.
“Tenía la voz idéntica a la de mi hija; eso fue lo que me engañó”, afirmó anoche la víctima a Democracia quien prefirió mantener su identidad en reserva por temor a sufrir represalias.
El hecho ocurrió en la madrugada de ayer, alrededor de la 1, cuando la damnificada, que en ese momento estaba durmiendo, recibió el llamado en su domicilio. “Me decía ‘mamá, me van a matar’, y después le sacaron el teléfono y siguieron hablando ellos”, relató.
Y añadió que los malvivientes le exigían “los dólares”, primero, y luego 35 mil pesos, una suma que la mujer no tenía consigo. “Yo les decía que soy ‘una pobre jubilada’”, contó.
Ante la desesperación, juntó una suma de dinero y una medalla, puso todo en una bolsa como le habían ordenado los ladrones, abrió la puerta de calle y, así como estaba, en camisón, caminó hasta la zona de Francia y Arquímedes, donde dejó el efectivo.
En ese preciso momento, pasó un camión recolector de residuos y la mujer tuvo miedo de que se llevasen la bolsa, pensó en retroceder e ir a buscarla, pero era demasiado riesgoso, ya que los malvivientes podían verla o notar un movimiento extraño o algo.
Raudamente se dirigió hasta su casa –siguiendo las indicaciones de los hampones, había dejado el teléfono conectado-, levantó le tubo, y allí estaba otra vez, del otro lado, la voz de uno de los delincuentes, que le ordenó que contara hasta 100 y le dijo que en una hora, su hija estaría con ella.
Cuando llegó a 30, cortaron, y ella supo que ya podía llamar a la Policía.
Por teléfono, los uniformados lograron constatar que su hija estaba durmiendo en su casa, que estaba a sana y salva, y que se trataba de un “secuestro virtual”, una modalidad que crece en Junín y en todo el territorio del país. De hecho, como viene informando este diario, en los últimos meses se han registrado más de diez casos en nuestra ciudad.
Con los datos aportados por la víctima, los agentes del orden montaron un operativo cerrojo para tratar de identificar a los delincuentes. Al cierre de esta edición, los resultados habían sido negativos.
Intervino en el hecho personal policial de la Comisaría Primera de Junín, a cargo del subcomisario Mariano Sarco.
Dentro de la pesadilla que le tocó a vivir a esta mujer de 84 años, lo que más la desconcertó, según reveló a Democracia, fue que los hampones sabían que su hija estaba radicada en Alemania. “En un momento, cuando me estaban exigiendo el dinero, les dije que les juraba por mi hija que no tenía plata, y entonces me respondieron ‘jurá por vos y tu difunto marido’, o sea que sabían que soy viuda; me deben haber estado observando”, lamentó.
“Hasta se burlaron de mí, porque yo obviamente entré en un shock nervioso, soy una mujer grande. Me dijeron que me ‘tome una pastillita y me tranquilice’”, expresó.
(Fuente: Diario Democracia)