El flamante párroco de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús ante el reto de llevar el mensaje de Dios a cada rincón de la extensa jurisdicción. Para ello se traza el sueño futuro de ir generando centros misioneros.
Escribe Roberto Torres
Redacción de LA VERDAD
Un nuevo sacerdote se hizo cargo de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús en el barrio Belgrano en una ceremonia encabezada por el Arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani y que tuvo lugar el pasado sábado 8 de marzo.
Se trata del presbítero Luis María Mena (37 años), oriundo de Chivilcoy, hijo único de Virginia y Antonio. Ingresó al Seminario en 1997 pero antes de esta decisión, era, como él mismo se autodefinió, “una persona creyente, no practicante”.
Pero en diciembre de 1994 “hago un retiro para jóvenes que me devolvió la experiencia de sentir a Dios como alguien cercano, vivo, que está a mi lado y con el cual puedo proyectar mi vida. En ese año, esa fe no práctica, hasta con un poco de agnosticismo, fue ganada por una fe viva”, destacó.
Así se acercó y comenzó a vivir “esa experiencia de un Dios vivo” en las parroquias San Pedro y Nuestra Señora del Carmen de su ciudad natal, trabajando en grupos juveniles y en un merendero que surgió como fruto de la catequesis familiar en la iglesia Del Carmen.
Pero antes de ingresar al Seminario, Luis optó por seguir la carrera de Contador Público Nacional en la Universidad de Buenos Aires donde hizo el CBC y el primer año. Pero ese llamado insistente de la fe y de Dios se hizo como una llama abrasadora y con la ayuda de un sacerdote, fue discerniendo esa opción que lo llevó a convertirse en el hoy Padre Luis.
En marzo de 1997, a los 20 años, ingresó al Seminario de Mercedes. El 5 de diciembre de 2003 fue ordenado sacerdote y esos diez años fueron celebrados el año pasado en la comunidad donde sirvió durante catorce años: la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de la localidad de Carmen de Areco. El Padre Luis sirvió en dicha iglesia a partir de los últimos cuatro años de Teología, luego diácono, vicario y párroco. Es precisamente de dicha parroquia donde procede el presbítero Mena quien durante el diálogo con LA VERDAD recuerda con cariño al Padre Luis Troiano –fallecido- ya que “fue una persona que me enseñó y me acompañó muchísimo. Junto a él serví como diácono y vicario y fue el Padre Troiano quien me sugiere al Arzobispo como su sucesor en la parroquia”.
-¿Ya ha tenido oportunidad de conocer y recorrer la Parroquia?
-Ya estuve reunido con los integrantes de todos los movimientos que funcionan en esta parroquia. El martes 18 hicimos la primera reunión del Consejo Pastoral y allí comenzamos a proyectar, en lo inmediato la Pascua, un tiempo muy fuerte, con muchas actividades como por ejemplo nuevamente el Vía Crucis conjunto de todas las iglesias de la ciudad.
Allí también seguimos la etapa de conocimiento. En todos los grupos encontré mucha gente con ganas de trabajar.
Además se suma la capilla Nuestra Señora de Loreto que tiene una gran actividad.
La extensión es muy grande. La idea en un futuro es que, ante los barrios que han crecido mucho, podamos contar con una ermita o con una casa que alguien ofrezca para la celebración de la Misa. En un futuro el proyecto es contar con centros misioneros.
-¿Cuáles son los proyectos y anhelos?
-Me gusta trabajar mucho con centros misioneros. En la parroquia de donde vengo, una localidad de 14 mil habitantes, tenía siete centros misioneros.
Los misioneros siempre son nexos de la parroquia y el sacerdote, pudiéndose llegar a través de ellos al enfermo de la cuadra, a personas que necesitan ser ayudadas por Cáritas o jóvenes que desean sumarse. Precisamente la idea es reflotar los grupos juveniles. Todo en el marco de un trabajo que se hace a nivel arquidiocesano: Una Iglesia en misión permanente.
El desafío hoy de la Iglesia y en este caso de esta arquidiócesis particular de Mercedes-Luján y esta parroquia, es llegar a los que más se pueda, a través de la palabra y que la gente vea en todos, el sacerdote y los laicos, una manera de encontrarse con Dios.
Me llama mucho el salir.
-Todo esto, precisamente, va en sintonía con lo que viene predicando el Papa Francisco.
-Desde hace mucho tiempo, con sus luces y con sus sombras, es lo que la Iglesia viene buscando: con los centros misioneros la parroquia se va abriendo, se dan catequesis, funcionan Cáritas y grupos juveniles aunque hay fiestas que nos deben a reunir a todos como la Pascua.
Nuestro Papa Francisco lo está marcando mucho, a partir de la vida de todos los días.
-Esta época de mayor exposición mediática de la Iglesia a partir de los actos y palabras de Francisco, ¿les genera a ustedes los sacerdotes un mayor compromiso porque la gente desea ver en ustedes lo que Francisco predica. Cómo viven este tiempo nuevo?.
-La Iglesia tiene otra llegada a los medios a partir de Francisco. Todos los medios están pendientes de él. Es muy lindo que esto se refleje, que hoy la persona de nuestro Papa nos cuestione a todos el vivir con coherencia nuestra fe, pero si uno vuelve a leer la lectura del martes 18 donde Jesús les dice a sus discípulos sobre los escribas y fariseos: “Hagan lo que les dicen, pero no actúen según su obrar, porque no viven lo que dicen”.
Esta bueno que hoy, a través de los medios, esto cobre otra importancia y se movilice mucho más. Es como un llamado a todos, no solamente a los consagrados, sino a todo el Pueblo de Dios.
Lo de Francisco no es nuevo. Es el mensaje que Jesús nos pide y que con variados matices, fueron transmitiendo los distintos pastores que la Iglesia tuvo, con sus luces y con sus sombras. Lo lindo es que pudo despertar y abrir puertas, a través de los medios de comunicación, que no estaban tan abiertas.
Hay muchos sacerdotes y laicos que hace años que están entregados de corazón al anuncio del Evangelio en situaciones de mucha pobreza y de riesgos, pero tenemos que ver a los medios de comunicación como las nuevas herramientas de evangelización.
EPIGRAFE:
PADRE LUIS MENA.JPG (ROBERTO)
Pbro. Luis Mena: “La Iglesia tiene otra llegada a los medios a partir de Francisco”.
Escribe Roberto Torres
Redacción de LA VERDAD
Un nuevo sacerdote se hizo cargo de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús en el barrio Belgrano en una ceremonia encabezada por el Arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani y que tuvo lugar el pasado sábado 8 de marzo.
Se trata del presbítero Luis María Mena (37 años), oriundo de Chivilcoy, hijo único de Virginia y Antonio. Ingresó al Seminario en 1997 pero antes de esta decisión, era, como él mismo se autodefinió, “una persona creyente, no practicante”.
Pero en diciembre de 1994 “hago un retiro para jóvenes que me devolvió la experiencia de sentir a Dios como alguien cercano, vivo, que está a mi lado y con el cual puedo proyectar mi vida. En ese año, esa fe no práctica, hasta con un poco de agnosticismo, fue ganada por una fe viva”, destacó.
Así se acercó y comenzó a vivir “esa experiencia de un Dios vivo” en las parroquias San Pedro y Nuestra Señora del Carmen de su ciudad natal, trabajando en grupos juveniles y en un merendero que surgió como fruto de la catequesis familiar en la iglesia Del Carmen.
Pero antes de ingresar al Seminario, Luis optó por seguir la carrera de Contador Público Nacional en la Universidad de Buenos Aires donde hizo el CBC y el primer año. Pero ese llamado insistente de la fe y de Dios se hizo como una llama abrasadora y con la ayuda de un sacerdote, fue discerniendo esa opción que lo llevó a convertirse en el hoy Padre Luis.
En marzo de 1997, a los 20 años, ingresó al Seminario de Mercedes. El 5 de diciembre de 2003 fue ordenado sacerdote y esos diez años fueron celebrados el año pasado en la comunidad donde sirvió durante catorce años: la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de la localidad de Carmen de Areco. El Padre Luis sirvió en dicha iglesia a partir de los últimos cuatro años de Teología, luego diácono, vicario y párroco. Es precisamente de dicha parroquia donde procede el presbítero Mena quien durante el diálogo con LA VERDAD recuerda con cariño al Padre Luis Troiano –fallecido- ya que “fue una persona que me enseñó y me acompañó muchísimo. Junto a él serví como diácono y vicario y fue el Padre Troiano quien me sugiere al Arzobispo como su sucesor en la parroquia”.
-¿Ya ha tenido oportunidad de conocer y recorrer la Parroquia?
-Ya estuve reunido con los integrantes de todos los movimientos que funcionan en esta parroquia. El martes 18 hicimos la primera reunión del Consejo Pastoral y allí comenzamos a proyectar, en lo inmediato la Pascua, un tiempo muy fuerte, con muchas actividades como por ejemplo nuevamente el Vía Crucis conjunto de todas las iglesias de la ciudad.
Allí también seguimos la etapa de conocimiento. En todos los grupos encontré mucha gente con ganas de trabajar.
Además se suma la capilla Nuestra Señora de Loreto que tiene una gran actividad.
La extensión es muy grande. La idea en un futuro es que, ante los barrios que han crecido mucho, podamos contar con una ermita o con una casa que alguien ofrezca para la celebración de la Misa. En un futuro el proyecto es contar con centros misioneros.
-¿Cuáles son los proyectos y anhelos?
-Me gusta trabajar mucho con centros misioneros. En la parroquia de donde vengo, una localidad de 14 mil habitantes, tenía siete centros misioneros.
Los misioneros siempre son nexos de la parroquia y el sacerdote, pudiéndose llegar a través de ellos al enfermo de la cuadra, a personas que necesitan ser ayudadas por Cáritas o jóvenes que desean sumarse. Precisamente la idea es reflotar los grupos juveniles. Todo en el marco de un trabajo que se hace a nivel arquidiocesano: Una Iglesia en misión permanente.
El desafío hoy de la Iglesia y en este caso de esta arquidiócesis particular de Mercedes-Luján y esta parroquia, es llegar a los que más se pueda, a través de la palabra y que la gente vea en todos, el sacerdote y los laicos, una manera de encontrarse con Dios.
Me llama mucho el salir.
-Todo esto, precisamente, va en sintonía con lo que viene predicando el Papa Francisco.
-Desde hace mucho tiempo, con sus luces y con sus sombras, es lo que la Iglesia viene buscando: con los centros misioneros la parroquia se va abriendo, se dan catequesis, funcionan Cáritas y grupos juveniles aunque hay fiestas que nos deben a reunir a todos como la Pascua.
Nuestro Papa Francisco lo está marcando mucho, a partir de la vida de todos los días.
-Esta época de mayor exposición mediática de la Iglesia a partir de los actos y palabras de Francisco, ¿les genera a ustedes los sacerdotes un mayor compromiso porque la gente desea ver en ustedes lo que Francisco predica. Cómo viven este tiempo nuevo?.
-La Iglesia tiene otra llegada a los medios a partir de Francisco. Todos los medios están pendientes de él. Es muy lindo que esto se refleje, que hoy la persona de nuestro Papa nos cuestione a todos el vivir con coherencia nuestra fe, pero si uno vuelve a leer la lectura del martes 18 donde Jesús les dice a sus discípulos sobre los escribas y fariseos: “Hagan lo que les dicen, pero no actúen según su obrar, porque no viven lo que dicen”.
Esta bueno que hoy, a través de los medios, esto cobre otra importancia y se movilice mucho más. Es como un llamado a todos, no solamente a los consagrados, sino a todo el Pueblo de Dios.
Lo de Francisco no es nuevo. Es el mensaje que Jesús nos pide y que con variados matices, fueron transmitiendo los distintos pastores que la Iglesia tuvo, con sus luces y con sus sombras. Lo lindo es que pudo despertar y abrir puertas, a través de los medios de comunicación, que no estaban tan abiertas.
Hay muchos sacerdotes y laicos que hace años que están entregados de corazón al anuncio del Evangelio en situaciones de mucha pobreza y de riesgos, pero tenemos que ver a los medios de comunicación como las nuevas herramientas de evangelización.
EPIGRAFE:
PADRE LUIS MENA.JPG (ROBERTO)
Pbro. Luis Mena: “La Iglesia tiene otra llegada a los medios a partir de Francisco”.