Internos de la Comisaría Primera realizaron una revuelta el martes a la noche y amenazaron con prender fuego frazadas y colchones, reclamando mejores condiciones de detención. Esta situación demandó la presencia de Bomberos Voluntarios en forma preventiva pero no fue necesaria su intervención.
La seccional de calle Dorrego, única dependencia en toda la ciudad habilitada para alojar presos, tiene 21 detenidos en un espacio autorizado para 18 personas, lo que motivó la reacción de los internos.
Sin embargo, al frustrado motín lo habrían iniciado dos hermanos de 25 y 26 años con amplios antecedentes por robos reiterados, asaltos e incluso por tentativa de homicidio, que estaban molestos por el trasladado de otro sujeto alojado en su misma celda a una unidad carcelaria. En ese contexto aprovecharon la ocasión para reclamar mejores condiciones de alojamiento.
El martes por la tarde, uno de estos dos internos acusó haberse tragado un objeto metálico pero en el Hospital San José se determinó que no tenía en el estómago ningún elemento extraño, por lo que fue llevado nuevamente a la Comisaría.
De regreso en la seccional, estos dos internos aumentaron el clima de tensión con la colaboración de otros presos, quienes amenazaban con prender fuego colchones y frazadas e iniciar una huelga de hambre, rechazando la cena.
Ante esta situación las autoridades policiales convocaron a Bomberos Voluntarios, lo que alarmó a vecinos y personas que pasaban ocasionalmente por el lugar, al ver la presencia de una autobomba frente a la dependencia de calle Dorrego. Sin embargo, la intervención de Bomberos no fue necesaria.
Con la situación ya controlada, en la jornada de ayer, funcionarios policiales y judiciales evaluaban la posibilidad de trasladar a varios de los detenidos a unidades carcelarias de la provincia, teniendo en cuenta que la superpoblación de presos altera considerablemente el ánimo de los internos.
La Opinion de Pergamino
La seccional de calle Dorrego, única dependencia en toda la ciudad habilitada para alojar presos, tiene 21 detenidos en un espacio autorizado para 18 personas, lo que motivó la reacción de los internos.
Sin embargo, al frustrado motín lo habrían iniciado dos hermanos de 25 y 26 años con amplios antecedentes por robos reiterados, asaltos e incluso por tentativa de homicidio, que estaban molestos por el trasladado de otro sujeto alojado en su misma celda a una unidad carcelaria. En ese contexto aprovecharon la ocasión para reclamar mejores condiciones de alojamiento.
El martes por la tarde, uno de estos dos internos acusó haberse tragado un objeto metálico pero en el Hospital San José se determinó que no tenía en el estómago ningún elemento extraño, por lo que fue llevado nuevamente a la Comisaría.
De regreso en la seccional, estos dos internos aumentaron el clima de tensión con la colaboración de otros presos, quienes amenazaban con prender fuego colchones y frazadas e iniciar una huelga de hambre, rechazando la cena.
Ante esta situación las autoridades policiales convocaron a Bomberos Voluntarios, lo que alarmó a vecinos y personas que pasaban ocasionalmente por el lugar, al ver la presencia de una autobomba frente a la dependencia de calle Dorrego. Sin embargo, la intervención de Bomberos no fue necesaria.
Con la situación ya controlada, en la jornada de ayer, funcionarios policiales y judiciales evaluaban la posibilidad de trasladar a varios de los detenidos a unidades carcelarias de la provincia, teniendo en cuenta que la superpoblación de presos altera considerablemente el ánimo de los internos.
La Opinion de Pergamino