El conflicto se inició con una pelea entre jóvenes que estaría motivada por las condiciones de alojamiento, lo cual se transformó luego en un reclamo generalizado. Seis de ellos fueron a unidades penitenciarias y los dos restantes a comisarías de la zona.
Ayer a la madrugada se desató una revuelta en los calabozos de la Comisaría Primera por el reclamo de varios internos que pedían ser trasladados a una cárcel del Servicio Penitenciario.
El conflicto se inició a raíz de una pelea entre jóvenes que estaría motivada por las condiciones de alojamiento en la que se encuentran, lo cual se transformó en el reclamo de varios presos.
Como consecuencia de la revuelta, ocho detenidos fueron derivados a diferentes espacios de detención, seis de ellos a unidades carcelarias, mientras que los dos restantes se encuentran alojados en localidades vecinas.
Incidentes
Cerca de la 1:30 de ayer los gritos e insultos que provenían del sector de calabozos alertó al imaginaria y al personal policial que se encontraba en la Comisaría Primera. La discusión se originó entre dos jóvenes que se encontraban alojados en distintas celdas, que al parecer reclamaban mejores condiciones de alojamiento, situación que se transformó en un reclamo generalizado.
Los presos amenazaban con incendiar cosas y generar un motín, pero solo se registraron algunos incidentes.
En horas de la mañana, a raíz del conflicto y superada la capacidad de alojamiento de los calabozos de la seccional de calle Dorrego, se dispuso el traslado de ocho internos.
Varios de ellos tienen amplios antecedentes delictivos por robos y/o asaltos, seis de los cuales fueron derivados a las unidades carcelarias de San Nicolás y Junín, en tanto que los dos restantes se encuentran detenidos en comisarías de Colón y Salto.
Reapertura
La revuelta en la comisaría primera es la segunda que se produce en lo que va del año y se da en un momento en que la Provincia anunció la rehabilitación de 200 calabozos de dependencias policiales del interior, lo cual aumenta la expectativa por lo que pueda pasar con las comisarías Segunda y Tercera.
La medida del Gobierno provincial apunta a ampliar el sistema de detenciones en el marco de la emergencia en seguridad, debido a la problemática relacionada “en materia de alojamiento de personas privadas legalmente de su libertad bajo custodia policial con el programa de humanización y mejoramiento de condiciones de detención”.
Según se especifica en el Boletín, la reapertura se realizará luego de la “rehabilitación de la totalidad de los calabozos de las dependencias policiales que hayan sido clausurados, para lo cual previamente se deberán realizar las tareas de reacondicionamiento necesarias para la protección y el amparo de las personas alojadas”. En ese sentido especifica que está previsto “un plan de adecuación edilicia que asegure condiciones dignas de alojamiento”.
Clausuradas
Desde hace más de dos años, las comisarías Segunda y Tercera se encuentran clausuradas, la única habilitada para alojar detenidos es la Primera, la cual también estuvo clausurada más de un año por malas condiciones. Entre mayo de 2009 y junio de 2010, los calabozos estuvieron fuera de funcionamiento por arreglos de pintura, conexiones eléctricas y agua caliente. En ese entonces aún estaba habilitada la Comisaría Tercera, donde las condiciones de alojamiento no eran mucho mejor que las de la seccional de calle Dorrego, pero al producirse la reapertura de ésta, la dependencia de avenida Paraguay y Merlino fue clausurada.
En tanto que las celdas de la Segunda quedaron fuera de servicio en junio de 2011 junto a otros 88 espacios de detención de diferentes dependencias policiales bonaerenses por disposición del Ministerio de Justicia y Seguridad de la provincia, debido a las pésimas condiciones en las que se encontraban.
En el caso de la seccional local, el lugar inhabilitado estaba destinado al alojamiento de mujeres en conflicto con la ley con un espacio muy reducido y sin las mínimas condiciones de habitabilidad, en el mismo llegaron a convivir hasta cinco personas, cuando la capacidad máxima en este lugar es de dos internos.
La Opinion de Pergamino
Ayer a la madrugada se desató una revuelta en los calabozos de la Comisaría Primera por el reclamo de varios internos que pedían ser trasladados a una cárcel del Servicio Penitenciario.
El conflicto se inició a raíz de una pelea entre jóvenes que estaría motivada por las condiciones de alojamiento en la que se encuentran, lo cual se transformó en el reclamo de varios presos.
Como consecuencia de la revuelta, ocho detenidos fueron derivados a diferentes espacios de detención, seis de ellos a unidades carcelarias, mientras que los dos restantes se encuentran alojados en localidades vecinas.
Incidentes
Cerca de la 1:30 de ayer los gritos e insultos que provenían del sector de calabozos alertó al imaginaria y al personal policial que se encontraba en la Comisaría Primera. La discusión se originó entre dos jóvenes que se encontraban alojados en distintas celdas, que al parecer reclamaban mejores condiciones de alojamiento, situación que se transformó en un reclamo generalizado.
Los presos amenazaban con incendiar cosas y generar un motín, pero solo se registraron algunos incidentes.
En horas de la mañana, a raíz del conflicto y superada la capacidad de alojamiento de los calabozos de la seccional de calle Dorrego, se dispuso el traslado de ocho internos.
Varios de ellos tienen amplios antecedentes delictivos por robos y/o asaltos, seis de los cuales fueron derivados a las unidades carcelarias de San Nicolás y Junín, en tanto que los dos restantes se encuentran detenidos en comisarías de Colón y Salto.
Reapertura
La revuelta en la comisaría primera es la segunda que se produce en lo que va del año y se da en un momento en que la Provincia anunció la rehabilitación de 200 calabozos de dependencias policiales del interior, lo cual aumenta la expectativa por lo que pueda pasar con las comisarías Segunda y Tercera.
La medida del Gobierno provincial apunta a ampliar el sistema de detenciones en el marco de la emergencia en seguridad, debido a la problemática relacionada “en materia de alojamiento de personas privadas legalmente de su libertad bajo custodia policial con el programa de humanización y mejoramiento de condiciones de detención”.
Según se especifica en el Boletín, la reapertura se realizará luego de la “rehabilitación de la totalidad de los calabozos de las dependencias policiales que hayan sido clausurados, para lo cual previamente se deberán realizar las tareas de reacondicionamiento necesarias para la protección y el amparo de las personas alojadas”. En ese sentido especifica que está previsto “un plan de adecuación edilicia que asegure condiciones dignas de alojamiento”.
Clausuradas
Desde hace más de dos años, las comisarías Segunda y Tercera se encuentran clausuradas, la única habilitada para alojar detenidos es la Primera, la cual también estuvo clausurada más de un año por malas condiciones. Entre mayo de 2009 y junio de 2010, los calabozos estuvieron fuera de funcionamiento por arreglos de pintura, conexiones eléctricas y agua caliente. En ese entonces aún estaba habilitada la Comisaría Tercera, donde las condiciones de alojamiento no eran mucho mejor que las de la seccional de calle Dorrego, pero al producirse la reapertura de ésta, la dependencia de avenida Paraguay y Merlino fue clausurada.
En tanto que las celdas de la Segunda quedaron fuera de servicio en junio de 2011 junto a otros 88 espacios de detención de diferentes dependencias policiales bonaerenses por disposición del Ministerio de Justicia y Seguridad de la provincia, debido a las pésimas condiciones en las que se encontraban.
En el caso de la seccional local, el lugar inhabilitado estaba destinado al alojamiento de mujeres en conflicto con la ley con un espacio muy reducido y sin las mínimas condiciones de habitabilidad, en el mismo llegaron a convivir hasta cinco personas, cuando la capacidad máxima en este lugar es de dos internos.
La Opinion de Pergamino