Sostuvo que el magistrado "no tuvo en ningún momento la intención de imputar al Ejército Argentino, fue la moneda de cambio para no tener que acusar a su padre".
Francisco Silvio Manzanares está imputado en la aplicación de tormentos contra juninenses perseguidos políticos que fueron detenidos en nuestra ciudad. Manzanares, ex policía, también prestó declaración y ratificó los términos de su declaración de oficio, pasando a referirse a los hechos relacionados con el juicio.
Manzanares referenció la detención del padre Santamarina, de los Marianistas, ya que el religioso atribuye su detención al coronel Plou, padre del juez federal de quien dijo "salteó su figura y dirigió toda la atención hacia la Comisaría de Junín, que en ese momento era la única de Junín ya que la sede policial de Barrio Belgrano, era subcomisaría y hacia las veces de Alcaidía. Los únicos investigados son policías. El doctor Plou no tuvo en ningún momento la intención de imputar al Ejército Argentino, fue la moneda de cambio para no tener que acusar a su padre. A raíz de lo narrado por el padre Santamarina, los hijos del coronel Plou no fueron aceptados en el Colegio Marianista".
"La pésima instrucción del preventor, doctor Plou, dio lugar a la anulación de lo actuado cuando la causa pasó al doctor Rafecas. Quiere decir que estuve ilegalmebte detenido hasta fines de 2009 y me pregunto si no s eestaba cometiendo en mi caso privación ilegal de la libertad", señaló el ex policía.
RESPUESTA A LAS IMPUTACIONES
"En el caso del doctor Patricio Griffin, ignoraba dónde vivía. Sí lo traté en la subcomisaría del barrio Belgrano cuando como integrante de la Juventud Peronista hacía los trámites para los actos comiciales. Nunca tuvimos ningún tipo de problemas. La intencionalidad de colocarme en su lugar de detención es manifiesta. El auto que él menciona es de otro color, además fue vendido en 1975. Con relación al testigo Abel Pinto, yo no lo conocí hasta el día que declaró como testigo en el juicio. En cuanto a que se lo seguía vigilando en su casa, yo compraba libros de bajo precio y los hacía encuadernar. Era un matrimonio grande que atendía el negocio pero nunca les pregunté el nombre, nunca supe de quienes eran esos negocios, yo los dejaba ahí porque me quedaba de paso para mi casa. Cuando presta declaración en el juicio oral, dice que "cree que era Manzanares". Es falaz en su testimonio", dijo Manzanares a la vez que negó estar vinculado al traslado de detenidos ni a su tratamiento.
"Jamás entré a los calabozos de Junín. Era el oficial de servicio quien tenía en su poder las llaves y nadie podía ingresar si no existía autorización previa de dicho oficial de servicio que tenía todas las llaves de la comisaría", dijo el ex policía.
Sostuvo además que "estaba en disconformidad con la forma en que se iba a realizar los procedimientos" y se lo comunicó a su superior. "No participé ni de las detenciones, ni del traslado", aclaró Manzares quien también negó haberle tomado declaración a Armando Alvárez a la vez que sostuvo que él "no tenía ninguna simpatía con el comisaría Pena por lo que de ninguna manera me hubiera autorizado a interrogar a nadie",
"No tenía absolutamente nada que ver con los detenidos. Quienes han trabajado conmigo saben que jamás permití que se le diera una cachetada a nadie. Eso era absolutamente sabido por todas las personas que trabajaron conmigo. En 31 años de servicio, jamás fui denunciado por apremios, ni torturas, ni cosa que se le parezca porque yo no lo permití. Prefiero un culpable libre, que un inocente, como nosotros, preso", sentenció.
"Yo jamás entré a los calabozos de la comisaría de Junín", insistió el ex policía quien también reiteró que no tenía buena relación con el comisario Pena.
"Marcelino Pérez se robó la mercadería del negocio de Ariel De Ciervo en complicidad con Gómez Pola y oficiales del Ejército. De allí también viene mi enemistad con Marcelino Pérez" dijo también Manzanares en alusión a un episodio publicado en el libro "El orden de las tumbas" escrito por Héctor Pellizi.
"Ratifico el hecho de que yo no pertenecía al numerario de la Comisaría Junín" también señaló Manzanares.
Francisco Silvio Manzanares está imputado en la aplicación de tormentos contra juninenses perseguidos políticos que fueron detenidos en nuestra ciudad. Manzanares, ex policía, también prestó declaración y ratificó los términos de su declaración de oficio, pasando a referirse a los hechos relacionados con el juicio.
Manzanares referenció la detención del padre Santamarina, de los Marianistas, ya que el religioso atribuye su detención al coronel Plou, padre del juez federal de quien dijo "salteó su figura y dirigió toda la atención hacia la Comisaría de Junín, que en ese momento era la única de Junín ya que la sede policial de Barrio Belgrano, era subcomisaría y hacia las veces de Alcaidía. Los únicos investigados son policías. El doctor Plou no tuvo en ningún momento la intención de imputar al Ejército Argentino, fue la moneda de cambio para no tener que acusar a su padre. A raíz de lo narrado por el padre Santamarina, los hijos del coronel Plou no fueron aceptados en el Colegio Marianista".
"La pésima instrucción del preventor, doctor Plou, dio lugar a la anulación de lo actuado cuando la causa pasó al doctor Rafecas. Quiere decir que estuve ilegalmebte detenido hasta fines de 2009 y me pregunto si no s eestaba cometiendo en mi caso privación ilegal de la libertad", señaló el ex policía.
RESPUESTA A LAS IMPUTACIONES
"En el caso del doctor Patricio Griffin, ignoraba dónde vivía. Sí lo traté en la subcomisaría del barrio Belgrano cuando como integrante de la Juventud Peronista hacía los trámites para los actos comiciales. Nunca tuvimos ningún tipo de problemas. La intencionalidad de colocarme en su lugar de detención es manifiesta. El auto que él menciona es de otro color, además fue vendido en 1975. Con relación al testigo Abel Pinto, yo no lo conocí hasta el día que declaró como testigo en el juicio. En cuanto a que se lo seguía vigilando en su casa, yo compraba libros de bajo precio y los hacía encuadernar. Era un matrimonio grande que atendía el negocio pero nunca les pregunté el nombre, nunca supe de quienes eran esos negocios, yo los dejaba ahí porque me quedaba de paso para mi casa. Cuando presta declaración en el juicio oral, dice que "cree que era Manzanares". Es falaz en su testimonio", dijo Manzanares a la vez que negó estar vinculado al traslado de detenidos ni a su tratamiento.
"Jamás entré a los calabozos de Junín. Era el oficial de servicio quien tenía en su poder las llaves y nadie podía ingresar si no existía autorización previa de dicho oficial de servicio que tenía todas las llaves de la comisaría", dijo el ex policía.
Sostuvo además que "estaba en disconformidad con la forma en que se iba a realizar los procedimientos" y se lo comunicó a su superior. "No participé ni de las detenciones, ni del traslado", aclaró Manzares quien también negó haberle tomado declaración a Armando Alvárez a la vez que sostuvo que él "no tenía ninguna simpatía con el comisaría Pena por lo que de ninguna manera me hubiera autorizado a interrogar a nadie",
"No tenía absolutamente nada que ver con los detenidos. Quienes han trabajado conmigo saben que jamás permití que se le diera una cachetada a nadie. Eso era absolutamente sabido por todas las personas que trabajaron conmigo. En 31 años de servicio, jamás fui denunciado por apremios, ni torturas, ni cosa que se le parezca porque yo no lo permití. Prefiero un culpable libre, que un inocente, como nosotros, preso", sentenció.
"Yo jamás entré a los calabozos de la comisaría de Junín", insistió el ex policía quien también reiteró que no tenía buena relación con el comisario Pena.
"Marcelino Pérez se robó la mercadería del negocio de Ariel De Ciervo en complicidad con Gómez Pola y oficiales del Ejército. De allí también viene mi enemistad con Marcelino Pérez" dijo también Manzanares en alusión a un episodio publicado en el libro "El orden de las tumbas" escrito por Héctor Pellizi.
"Ratifico el hecho de que yo no pertenecía al numerario de la Comisaría Junín" también señaló Manzanares.